Reconocimiento al instructor que salvó una vida
Resucitó a una mujer que en una protesta contra el Gobierno tuvo un paro cardiorrespiratorio
Como instructor de Primeros Auxilios y Reanimación Cardiopulmonar (CPR, por sus siglas en inglés) en la Cruz Roja Americana, capítulo de Puerto Rico, Joseph Guzmán está acostumbrado a enseñar a otros las habilidades y técnicas que ayudan a salvar una vida.
Sin embargo, nunca imaginó que el 28 de mayo de 2015 le tocaría, por primera vez, salvarle la vida a una persona que cayó desplomada con un paro cardiorespiratorio.
“Nunca me había tocado. Fueron dos minutos bien importantes”, resaltó Guzmán, de 50 años, en entrevista con El Nuevo Día tras recibir el viernes el Certificado de Mérito, el más prestigioso galardón que concede la Cruz Roja Americana a nivel nacional a una persona que salva o sustenta una vida humana usando las habilidades y conocimientos aprendidos en esta organización.
Ese 28 de mayo, contó, era un día común en el que centenar de organizaciones locales sin fines de lucro se preparaban para protestar frente al Capitolio de los recortes previstos en sus asignaciones presupuestarias.
El capítulo local de la Cruz Roja Americana se unió a la protesta y ubicó una carpa para ayudar a las personas a hidratarse, ya que después de 11 de la mañana el sol azotaba sin misericordia a los miles de manifestantes.
MINUTOS DE VIDA O MUERTE. “En ese instante veo que hay un corre corre hacia un área y como soy parte del personal de la Cruz Roja me acerqué. Vi a la directora ejecutiva de la Cruz Roja (Lee Vanessa Feliciano) atendiendo a una persona que está en el piso. Era una voluntaria de una de las organizaciones sin fines de lucro que se estaba participando”, destacó.
Guzmán pidió intervenir al ver a la mujer desplomada e inmóvil. Verificó sus signos vitales y su respiración, pero la fémina no tenía latidos y tampoco respiraba.
“La persona se había ido en un paro cardiorrespiratorio. Era una persona joven como de 30 a 35 años. Ahí comencé a abrir las vías respiratorias, que es el proceso estándar que se lleva a cabo en estas situaciones”, relató.
Guzmán puso una mano en la quijada de la mujer y la otra en la frente para facilitar el paso del aire. Contó 10 segundos y volvió a verificar si la mujer respondía. Aún no tenía signos vitales.
Sin pensarlo dos veces, él colocó sus manos en el centro del pecho de la mujer y empezó a darle compresiones para llevar oxígeno rápido al cerebro. En la quinta compresión la mujer reaccionó con un brinco.
“Ahí levanté las manos. Vi que ya abría los ojos. Estaba incoherente. En ese momento llegó el personal de Manejo de Emergencias y Emergencias Médicas y se llevaron a la paciente para continuar el tratamiento. Yo estaba super-alegre porque para eso es que estamos preparados”, sostuvo Guzmán. “Me sentía bien nervioso pero con mi nerviosismo logré ayudar a la persona”.
Guzmán relató que varias horas después del incidente fue a ver cómo estaba la mujer. Ella, cuando lo vio, “se levantó de la silla y me dio un abrazo que duró como un minuto. Yo soy una persona fuerte pero me hizo llorar”.
A PREPARARSE. Guzmán entiende que es esencial que los ciudadanos aprendan las técnicas para poder salvar las vidas de seres queridos e incluso de otras personas.
“Mientras más rápido uno actúe en una situación mayor posibilidad tiene de salvarle la vida. Los primeros dos minutos son bien importantes”, dijo.
Guzmán, quien se desempeña como gerente de servicios en desastre para Puerto Rico de la Cruz Roja, recibió el prestigioso galardón durante la asamblea anual que celebró esta entidad en el Centro para Puerto Rico en Río Piedras.
Junto a Guzmán otros empleados, voluntarios y donantes fueron galardonados por su contribución en ayuda de la Cruz Roja pa a continuar su misión de ayudar a salvar vidas.