El empleo de medio siglo
Con 50 años en la misma empresa, Eddie Olivera dice que le falta mucho y no piensa en el retiro
Cuando se menciona el número 50, generalmente se piensa en la edad del retiro, en las bodas de oro, en la mitad de un siglo. Pero casi nunca se piensa en que podría ser la cantidad de años de una persona en su empleo.
Pues ese es el caso de Eddie Olivera Rivera. El hombre de 70 años lleva cinco décadas laborando en la oficina central de Hertz, una empresa de renta de automóviles. Nacido en Adjuntas y criado en Utuado, Eddie llegó joven al área metropolitana “buscando fortuna porque allá no había trabajo” y se relacionó con la empresa mediante su hermano, quien ofrecía servicios de grúa. Se hizo amigo de un trabajador de apellido Morales y éste le avisó cuando surgió un puesto de trabajo en 1965. Desde que comenzó, cuatro meses antes de cumplir sus 20 abriles, Eddie se ha mantenido haciendo tareas de lavado y mantenimiento de las unidades, aunque una conversación con él revela cuánto sabe de todo lo que se hace en la compañía.
“Cuando estaba más joven yo hacía todo tipo de trabajo. Montaba gomas, llevaba cosas a la Isla, pero siempre termino en la bomba de gasolina”, explica sobre el trabajo de mantenimiento, que incluye llenar el tanque de combustible de los vehículos.
“He bregado aquí todo el tiempo porque me gusta mi trabajo. Siempre digo que mi trabajo es un deporte”, sostiene Eddie, quien revela que le han ofrecido el retiro pero no lo ha aceptado porque “me siento bien”. De hecho, ya recibe los beneficios del Seguro Social. Sobre la empresa, afirma que “es tremenda compañía”.
“Soy Tutankamón”, dice Eddie en broma sobre su antigüedad laboral y recuerda que las oficinas originalmente estaban ubicadas en la Base Muñiz, “cuando los carros se alquilaban en el muelle” . La verdad es que es la institución del lugar, pues le lleva 10 años al segundo empleado con más tiempo de trabajo en la organización que ubica en el Aeropuerto Luis Muñoz Marín. Carlos Torres, administrador de la empresa, señaló que es admirable la labor que realiza Eddie, porque el trabajo es fuerte y ha visto a muchos
jóvenes que llegan y no aguantan. Explicó que el trabajo requiere que cada empleado limpie y le de mantenimiento a 21 ó 24 automóviles al día, aunque pueden llegar a 35. Y Eddie sigue ese paso junto con empleados más jóvenes.
“Es tremenda persona, bien dispuesto. Hay personas jóvenes que han venido y se han ido”, afirma Carlos, para luego indicar que la compañía requiere trabajadores responsables, honestos, que les guste el trabajo y que estén enfocados en el servicio al cliente.
Eddie, quien recientemente fue elegido como el empleado del mes, es ejemplo de la labor que rinden adultos mayores que trabajan y que ha sido reconocida por patronos y expertos como ejemplar porque en ese periodo de vida el trabajador destaca por estar más comprometido que otros con su trabajo y por servir de mentores a los más jóvenes.
Además de estar comprometido con su trabajo, Eddie siempre ha tenido compromiso con los temas laborales. Ha sido delegado de la Unión de Tronquistas de Puerto Rico por 15 años y ha negociado cerca de cinco convenios colectivos para sus cerca de 60 compañeros de trabajo.
Sobre su vida fuera del trabajo, revela que se ejercita sistemáticamente desde hace años, aunque ahora a un ritmo más suave. “Yo era corredor de maratones. Estuve como 20 años corriendo. Lo último que hice fue el ma- ratón de Nueva York en el 87. Nosotros corríamos todas las carreras”, dijo sobre el grupo al que pertenecía. “Corrí el 10K del Teodoro Moscoso por 10 años y el Medio Maratón de San Blás lo corrí como cuatro o cinco veces”, afirma. Ahora, se mantiene caminando varias veces a la semana junto con su esposa, quien siempre se ha dedicado a esa actividad.