Londres: encantadora e imperial
Su vibrante ambiente cultural y turístico, alejado de la habitual bruma, lo convierten en un destino muy deseado por los viajeros.
Su vibrante y rápido estilo de vida logran mantener un magnetismo cautivador para el turista.
Londres es la capital más visitada en Europa. Casi 19 millones de personas visitan la capital inglesa cada año, así que es la ciudad que más depende de su industria turística y, como les cuento a continuación, hay muchas razones para que Londres esté a la cabeza del turismo internacional.
Millones de viajeros vienen desde Estados Unidos por la obvia conexión histórica entre ambos países y también porque está a mitad de travesía entre Nueva York y otras ciudades del continente europeo. La celebración de los Juegos Olímpicos en el 2012 contribuyó a la popularidad de Londres y, además, porque se ha mantenido al margen de los vaivenes del euro y aún tiene su propia moneda.
Lo cierto es que Londres mantiene un encanto único y cautivador. ¡Todos soñamos con ver el Big Ben algún día y recorrer las palaciegas avenidas! No te preocupes, pues desde que pises tierra londinense podrás avistar el Big Ben.
En primer lugar olvídate de los comentarios, quizás mal fundados, de que Londres es una ciudad brumosa y fría.
Desde que llegues enfila tus pasos hacia Hyde Park, uno de los parques más conocidos de la ciudad y muy cercano al Palacio de Buckingham. Es requisito, para decir que fuiste a Londres, que esperes pacientemente por el famoso cambio de guardia frente al Palacio, hogar de la Reina Isabel II. La coordinación, disciplina y elegancia de los guardias en sus maniobras en el cambio de turno diario es impresionante.
ABADÍA DE WESTMINSTER
Después del cambio de guardia, la parada obligada es la Abadía de Wes- tminster, donde velaron a la Princesa Diana de Gales, una estructura de arquitectura gótica, cuyas torres dobles dominan la ciudad. Esa será la visita más interesante en tu viaje a Londres, así que tómate tu tiempo y, si puedes, contrata a un guía para que te pueda contar con lujo de detalles sobre los más famosos bautizos, bodas y funerales efectuados en la noble Abadía.
Saliendo de la Abadía, verás casi de frente al emblemático Big Ben, el principal símbolo de la ciudad. Es igual de cómo se ve en las fotos de promoción, pero mejor. Es majestuoso, solemne. La torre, incluyendo los cuatro enormes relojes que ocupan sus cuatro caras, fue construída en el 1858 junto al Palacio de Westminster. Es un espectacular edificio de 106 metros de altura.
Y ahora les explico lo del nombre: el verdadero nombre de la torre es La Torre de las Casas del Parlamento. El Big Ben es en realidad la enorme campana de 14 toneladas que se encuentra en el interior de la torre y cuyo repicar se escucha por todo el centro de la ciudad. Sus campanadas son transmitidas a diario por la famosa cadena de radio BBC de Londres.
Antes de continuar, una nota bien importante: el metro es eficiente, económico, seguro y la manera más fácil de llegar a todos los lugares de interés turístico. Así que cada lugar que menciono en este relato es de fácil acceso usando el metro.
A pocos metros está el Palacio de Westminster, también conocido como el Parlamento, que alberga las dos cámaras legislativas del Reino Unido. La estructura fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es en realidad un complejo de edificios situado a la orilla del río Támesis, que por sí mismo es una maravilla de la naturaleza y provee una larga vía de navegación que cruza la ciudad.
LONDON EYE
De niños, una de las machinas favoritas de todos era la "estrella". En Londres se asombrarán al observar la gigantesca London Eye dando vueltas cerca del río. En buen español se le llama la Noria de Londres y si tienes el valor de subirte podrás captar las más espectaculares vistas de la ciudad.
Otro punto de atracción turística de fama mundial es la Torre de Londres. Este es un complejo de edificios construido en el 1066 y que fue hogar del Rey Ricardo Corazón de León y de muchos otros reyes. Es como los niños se imaginan que son los castillos en un cuento de hadas: con dos torres, enormes puertas y un foso. Y sí, además de ser un castillo, fungió como prisión, como le explicarán los versados guías turísticos del lugar. ¡A mi hijo Xavier le pareció que se transportaba a los tiempos de reyes y príncipes y que él era miembro de los Caballeros de la Mesa Redonda!
MÁS ATRACCIONES
A poca distancia está el London Bridge o Puente de Londres y el impresionante buque de guerra HMS Belfast. Tomando el metro, puedes llegar rápidamente al Museo Británico, uno de los más celebrados del mundo y a la Catedral de San Pablo, donde podrás subir a la cúpula.
No quiero dejar pasar la oportunidad para invitarles a que visiten la tienda Harrod’s ubicada en la estación de Knightsbridge. Carísima sí, pero es el almacén más grande y exclusivo del mundo y tienen giras económicas para conocer el lugar.
La plaza más conocida es Picadilly Circle, donde encontrarás tiendas acogedoras y con mercancía a buen precio. Además, allí podrás pasar una tarde estupenda y tendrás restaurantes de más para escoger, ya sea para almorzar o cenar. Otra plaza que no debe faltar en su lista es la Trafalgar Square.
Si te animas a ver un espectáculo de teatro acércate al Covent Garden o West End, con obras similares a las que se presentan en Broadway y casa del gran compositor Andrew Lloyd Weber, autor del Fantasma de la Ópera, uno de los favoritos de mi esposo Raymond.
Por último, visita el Museo de Madame Tussauds, donde podrás ver las figuras de cera con el perfil de las personas más famosas del mundo. Si te apetece, puedes visitar el sector China Town una de los barrios chinos más amplios del mundo.
Como ves, Londres es en nada brumoso… es una ciudad vibrante y tu viaje lo recordarás por mucho tiempo. Para información sobre este destino, consulta a tu agente de viajes.