la diabetes y el sueño
“Doctor no puedo dormir”:
La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica progresiva cuyas complicaciones pueden ser devastadoras. La pérdida de sueño o un sueño de pobre calidad, así como un aumento en el número de horas de sueño por día son factores de riesgo para desarrollar problemas endocrinos y metabólicos como: el sobre preso, la obesidad, la prediabetes y la diabetes tipo 2.
Aunque existe controversia en las horas de sueño necesarias por día, múltiples estudios han demostrado que la disminución en las horas de sueño a menos de 7 a 8 horas por día o un aumento en el número de estas horas de sueño, produce una alteración en la liberación de las hormonas. Entre estas hormonas se encuentran las que regulan el apetito, como la leptina y la grelina, lo cual lleva a un aumento en el apetito y, por consiguiente, un aumento en el peso. También se ha observado un aumento en los niveles del cortisol, así como una gran disminución en la sensibilidad a la insulina, resultando en un aumento en los niveles de la glucosa o azúcar en la sangre.
La calidad y los patrones de sueños deben ser evaluados en los pacientes con diabetes, ya que esta población sufre más de problemas de sueño que la población general. Aproximadamente, el 70 % de las personas con diabetes reflejan un sueño de pobre calidad así como un uso elevado de medicamentos para dormir.
Existen múltiples causas para los disturbios del sueño en los pacientes con diabetes tipo 2. Entre estas, los problemas del tiroides, así como períodos de azúcares altos o bajos durante la noche, que deben ser descartados. La causa principal de los disturbios del sueño en estos pacientes es la apnea obstructiva del sueño (interrupciones intermitentes de la respiración durante el sueño) asociada a la obesidad.
Otras causas importantes son el dolor o las molestias en las piernas, asociadas con la neuropatía periférica por diabetes, así como el síndrome de piernas intranquilas y el insomnio primario (donde no se identifica una causa para el mismo).
Luego de haber descartado causas médicas y psiquiátricas, el manejo de los desórdenes del sueño en los pacientes con diabetes tipo 2 es multifactorial, por lo que se requiere aliviar los síntomas y las condiciones asociadas.
Las personas con apnea obstructiva del sueño, una vez diagnosticadas por estudios del sueño o polisomnografía, requieren perder peso. Además, se debe identificar y tratar la obstrucción anatómica y funcional de las vías respiratorias, así como usar presión de aire positiva. Este tratamiento ha demos-
trado ofrecer una rápida mejoría en la sensibilidad a la insulina y, por ende, del control del azúcar.
Para las otras causas, existen diferentes medicamentos: analgésicos, antidepresivos y anticonvulsivos, entre otros.
En la selección de medicamentos, es necesario evaluar la seguridad, la tolerancia, la eficacia y la interacción de estos con otros medicamentos, así como la sedación residual que aparece al otro día. Esto puede ser sumamente peligroso en los pacientes de edad avanzada, ya que les puede provocar caídas y resultar en complicaciones graves. Una nueva clase de medicamentos para in somnio fue aprobada recientemente, la cual tiene menos efectos secundarios. Las terapias del manejo de comportamiento del sueño, solas o en combinación con los tratamientos farmacológicos, han demostrado ser efectivas para el insomnio primario y secundario.
Un sueño de calidad está asociado con una reducción en el riesgo de padecer obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. También disminuye el riesgo de padecer condiciones de salud mental, incluyendo depresión y demencia. Así que reconcilia el sueño “para que puedas vivir más”.