El rol de los inhibidores de la enzima DPP4 en el control de la diabetes y su perfil de seguridad
La diabetes Tipo 2 es una enfermedad cuya prevalencia ha aumentado considerablemente. Globalmente, ha habido un aumento de 69 % entre los años 2010 al 2030, lo cual se traduce alrededor de 285 a 439 millones de adultos con esta enfermedad. La prevalencia en Puerto Rico es una de las más altas en el mundo.
Alrededor de 60 % de los pacientes con diabetes tipo 2 no han logrado su control. Por lo tanto, tienen un riesgo aumentado para desarrollar complicaciones micro y macrovasculares, entre las que se encuentran: daño a los ojos, los riñones, los nervios, las arterias del corazón, el cerebro y las piernas.
Existen ocho factores que contribuyen a la patofisiología de la diabetes tipo 2. Los factores se interrelacionan y tienen implicación en el manejo de la enfermedad.
Debido a las múltiples anormalidades que causa la diabetes tipo 2, se requiere el uso de varias medicinas para su control. El tratamiento de esta enfermedad debe comenzar siempre con cambios en los estilos de vida: dieta y ejercicios.
En este artículo nos enfocaremos en educar sobre la familia de medicinas llamadas inhibidores de la enzima DPP4.
Esta clase de medicamento inhibe la enzima DPP4, que es la que degrada las hormonas llamadas incretinas: GLP-1 y GIP. Por lo tanto, mantienen una concentración más alta de estas dos sustancias, lo cual provoca estimulación de la producción de insulina y la inhibición de glucagón, que provoca una reducción de los niveles de glucosa en la sangre.
El primer medicamento de esta familia de los inhibidores en la enzima DPP4 que salió al mercado para la diabetes tipo 2 fue la sitagliptina, en el año 2006. Desde entonces, hemos desarrollado vasta experiencia al usarla en personas adultas como monoterapia (una sola medicina para tratar la diabetes) o en terapia combinada (al mezclar diferentes tipos de medicamentos con diferentes mecanismos de acción) para lograr el control de la diabetes, previniendo así complicaciones. Este es un medicamento versátil que se puede tomar temprano en la enfermedad o cuando ya está más avanzada.
La sitagliptina ayuda a disminuir la hiperglucemia postpradial y mejora las células Beta del páncreas, que son las que producen insulina.
Como toda familia de medicamentos, los inhibidores de la enzima DPP4 pueden tener efectos adversos, tales como: dolores en las articulaciones, náuseas, erupciones de la piel, angioedema y otras.
Durante los pasados años, hubo una preocupación sobre si estos medicamentos podrían causar pancreatitis o cáncer de páncreas. Sin embargo, los estudios de seguridad realizados a más de 20,000 pacientes no pudieron establecer este riesgo.
En conclusión, el tratamiento para la diabetes mellitus tipo 2 basado en los inhibidores de la enzima DPP4 tiene beneficios únicos que pueden complementarse con otras terapias. Son medicinas eficientes, con un riesgo bajo de efectos adversos, incluyendo bajo riesgo de hipoglucemia.
Además, pueden proteger el páncreas, evitando su deterioro, algo que ocurre inevitablemente con otros medicamentos.
Otro de los aspectos más interesantes e innovadores de esta familia de medicinas es que los estudios recientes han demostrado efectos protectores en órganos como la retina, entre otros.