EL BGF EN CARRERA CONTRA LA INSOLVENCIA
El Gobierno examina múltiples alternativas para mantenerlo con vida, entre estas nuevos refinanciamientos y retirar dinero de agencias
El Banco Gubernamental de Fomento (BGF) contempla diversas alternativas para cumplir con el pago de sus obligaciones en diciembre próximo, fortalecer su estado de situación y, como resultado, evitar la insolvencia del agente fiscal, supo El
Nuevo Día.
Entre las alternativas sobre la mesa figura la posibilidad de combinar ingresos propios del BGF o el Gobierno central y financiamiento, lo que sería parecido a la estructura que se utilizó en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE); recurrir a fondos internos del Gobierno y refinanciar los pagos que el BGF debe hacer en lo que queda de año fiscal y que rondan unos $736 millones.
De igual forma, El Nuevo Día supo que el agente fiscal también pondera el mecanismo de relevo que se legisló recientemente y que le eximiría de cumplir con la reserva legal que debe mantener. Ayer, la presidenta del BGF, Melba
Acosta Febo, no descartó esta última alternativa, al tiempo que insistió en que examinan cómo superar la crisis de efectivo que encara el agente fiscal y el Gobierno central.
¿Pedirán el relevo de la reserva legal al secretario de Hacienda?, le preguntó este diario.
“No sabemos si sea necesario, si fuera necesario, será más tarde”, indicó Acosta Febo a El Nuevo Día.
En la noche del pasado viernes, el BGF divulgó el informe operacional del Gobierno para el trimestre que concluyó en septiembre pasado y en este informó la posibilidad de que el agente fiscal encare un cuadro de insolvencia y, por ende, un proceso de sindicatura. Ello implicaría liquidar los activos y pasivos (como son los depósitos) del BGF para pagar a los acreedores.
“NO TODO VA A SUCEDER”. Si bien ese escenario crítico fue presentado por el propio gobierno, Acosta Febo subrayó ayer que “no todo lo que se indica en el reporte operacional del gobierno va a suceder”.
“El documento contiene riesgos que se le dicen al mercado, unos pueden que sucedan, otros no”, indicó la contadora pública y abogada al señalar que presentar los escenarios y riesgos que encara un emisor de deuda es parte de los requisitos de divulgación de información que podría ser material para el inversionista.
En julio pasado, la administración de Alejandro García Padilla aprobó la Ley 97-2015 con la expectativa de dar herramientas al BGF, institución que por años sirvió de tarjeta de crédito al fisco, pero nunca puso controles mínimos para evitar riesgos de concentración en préstamos al Gobierno o lidiar con clientes morosos.
SABOR A AEE. Según fuentes de este diario, el Gobierno ausculta la posibilidad de cubrir el pago del BGF de diciembre próximo con una combinación de ingresos propios y financiar la diferencia.
Del total de $364 millones que el BGF debe pagar a los bonistas en diciembre próximo, unos $267 millones tienen garantía del Fondo General. El BGF podría utilizar el dinero no depositado en el Fondo de Redención para cubrir el pago de los acreedores y financiar la diferencia.
En el verano pasado, cuando la AEE no tenía dinero para pagar unos $415 millones a sus bonistas, la utilidad pública reunió la millonaria cifra sacando parte del pago de sus cuentas de reserva y haciendo una emisión privada por unos $128 millones que adquirieron las aseguradoras municipales y que respaldan parte de la deuda de la AEE.
Por ley, el agente fiscal debe cumplir con una reserva que equivalga al 20% de los depósitos a la demanda que custodia. En el verano, se legisló para que el BGF pueda solicitar un relevo de ese requisito por un período de tres meses.
“Cofina no será excluido (de la renegociación general) y el plan no será corregido. La reestructuración es una voluntaria”
MELBA ACOSTA FEBO
Presidenta del BGF
Pese a que el BGF ha otorgado préstamos por sobre $9,000 millones a agencias, corporaciones públicas, municipios e incluso garantiza proyectos privados, el agente fiscal no contaba con un comité de auditoría y un comité de riesgo que brindara apoyo en la toma de decisiones de la junta de directores del BGF. Estos grupos de trabajo son considerados un estándar en la gestión de instituciones financieras y su rol ulterior es evitar que una entidad bancaria entre en una crisis como la que atraviesa ahora el BGF.
Según la Ley 97-2015, en lo sucesivo, el BGF no podrá prestar sin fuente de repago y los préstamos a una sola entidad no podrán exceder el 5% del total de la cartera de préstamos.