Parlamento de Cataluña da el sí
Aprueba proyecto para comenzar a bosquejar lo que sería el proceso de separación de España Presidente español Mariano Rajoy reacciona advirtiendo acciones legales para impedir la intención
BARCELONA.- El Parlamento de Cataluña aprobó ayer un plan para comenzar a bosquejar el rumbo hacia su independencia de España en 2017, una iniciativa que supone un claro desafío al gobierno central español, que la considera inconstitucional.
El gobierno del presidente Mariano Rajoy ha prometido tomar acciones legales para frenar este esfuerzo.
La cámara con sede en Barcelona aprobó la propuesta secesionista por 72 votos a favor frente a 63 en contra. La iniciativa independentista fue presentada por los diputados de la coalición Junts pel Sí (Juntos por el Sí) y del partido de extrema izquierda Candidatura de Unidad Popular (CUP). En conjunto, las dos formaciones lograron una mayoría parlamentaria en las elecciones regionales de septiembre.
El gobierno español reaccionó de inmediato. En un mensaje televisado, Rajoy dijo que su gobierno apelará la decisión en la Corte Constitucional, que en otras ocasiones ha frustrado acciones independentistas.
“Ni Cataluña se va a desconectar de ningún sitio, ni se va a producir ninguna fractura”, declaró Rajoy.
Rajoy dijo ayer que se reunirá hoy con Pedro Sánchez, líder del principal partido de oposición, el Socialista (PSOE), para analizar la respuesta a la declaración de inicio del proceso de creación de la república catalana y formar un frente común contra los separatistas.
Rajoy y Sánchez conversaron ayer por teléfono tras aprobarse la iniciativa y quedaron en verse hoy en la sede de la Presidencia del Gobierno para intercambiar puntos de vista sobre la actuación que debe llevar a cabo ahora el Estado.
La moción aprobada por el Parlamento en su primera sesión tras las elecciones, declara “el inicio del proceso de creación de un estado catalán independiente en forma de república” y un “proceso de desconexión democrática no supeditada a decisiones de las instituciones del estado español”.
Los legisladores separatistas aplaudieron de pie la victoria, mientras los que se oponen levantaron banderas españolas y catalanas.
“Existe un clamor creciente para que Cataluña no solo sea un país, sino un estado con todo lo que eso implica”, dijo al inicio de la sesión el líder de Juntos por el Sí, Raül Romeva. “Hoy, no sólo abrimos un nuevo Parlamento, esto marca un antes y un después”.
Los brazos catalanes del gobernante Partido Popular y de los opositores Socialista y Ciudadanos presentaron apelaciones para frenar la votación, pero la Corte Constitucional de España determinó el jueves pasado que podía llevarse a cabo.
Se espera que la Corte Constitucional determine rápidamente que la moción es ilegal, pero la resolución pide específicamente que el gobierno regional no preste atención al máximo tribunal del país. Además, el proyecto da al gobierno entrante 30 días para comenzar a trabajar en una Constitución catalana, la cual será sometida a votación en un referendo para el verano de 2017 y comenzar a establecer una nueva oficina fiscal y administración de la seguridad social.
Los partidos independentistas ganaron mayoría en las elecciones de septiembre con apenas 48% de la votación. Los legisladores antisecesión dicen que eso niega a los separatistas un mandato legítimamente democrático para separarse de España.
Además de las advertencias de la Unión Europea de que una Cataluña independiente tendría que solicitar su admisión al bloque, las fuerzas separatistas también enfrentan una disputa sobre qué podría retrasar o incluso descarrillar sus intenciones.
El presidente del Gobierno regional catalán en funciones y candidato a la reelección, Artur Mas, miembro de Junts pel Sí, tendió hoy la mano a todos los que creen en la independencia de la región española, reto “gigantesco” para el que dijo “no sobra nadie”. Mas defendió que el proceso soberanista no es “contra España”, sino a favor de “soluciones beneficiosas” para todas las partes, al tiempo que consideró que “hay margen para el diálogo y la negociación” si el Estado deja de “dinamitar puentes de entendimiento”.