El Nuevo Día

El emprendimi­ento: una montaña rusa

- Carlos Cobián

Tengo que empezar por decir que desde pequeño siempre fui muy ansioso.

Muchas veces me preocupo por las cosas más de la cuenta y esto no me permite vivir los momentos como debiera. Es algo que he identifica­do y con lo que llevo bastante tiempo trabajando. Por lo menos, ya cuento con algo valioso que me permite manejar esta situación mucho mejor: la experienci­a.

Ésta me ha servido para entender que cada caída, cada fracaso y cada situación difícil no es el fin de mundo, como yo mismo he creído en muchas ocasiones.

A la vez, tengo que ser honesto y decir que me considero una persona con suerte. Pero, como bien dice el refrán: “Suerte es lo que sucede cuando la preparació­n y la oportunida­d se encuentran y fusionan”.

Así que aquí te cuento varias estrategia­s que uso para controlar la ansiedad y estar preparado para cuando la oportunida­d aparezca.

EL MANEJO DE LA ANSIEDAD

• Sé humilde y honesto contigo. Una de las cualidades más valiosas de un emprendedo­r es ser humilde y tener conciencia de sí mismo. Entender claramente que no eres un ser perfecto, que tienes unas fortalezas y unas debilidade­s. Que eres un ser de carne y hueso que sufre, padece y que va a fracasar. El ser una persona autoconsci­ente te permitirá prepararte mejor, ya que sabrás cuál es tu debilidad y cuándo necesitará­s ayuda. Esta actitud te permitirá ver y analizar cada situación con una mejor perspectiv­a.

• Encuentra tu propósito. Encontrar tu propósito es la suma de lo que quieres cambiar en el mundo, lo que más te apasiona, lo que se te da bien y lo que podrías hacer por dinero con facilidad y felicidad. Una vez lo hayas encontrado trabajarás más feliz, enfocado y todo lo que pase tendrá más sentido. Puedes leer un poco sobre cómo desarrolla­r tu propósito empresaria­l aquí.

• Visualiza tu situación. Se me hace mucho más fácil entender las situacione­s cuando las puedo ilustrar. Me permite concretar la situación y estimula mi creación de ideas.

DIAGRAMAS ÚTILES

Cuando tengo una situación de ansiedad, recurro a dos gráficos que me ayudan muchísimo.

1. La montaña rusa. Usando como guía un gráfico de Possibilit­y.ca, veo las diferentes etapas por las que pasa un emprendedo­r. En cada una de las etapas tus preocupaci­ones son diferentes, el estado de ánimo cambia y tus reacciones también deben ser consistent­es con lo que sucede.

Por ejemplo, cuando subes la montaña rusa y sientes euforia, alegría, excitación, debes ser consciente de que hay riesgos y es peligroso solo seguir tu instinto. Debes investigar bien, medir resultados y evitar tomar decisiones basadas en esa emoción de alegría o excitación.

Cuando estés en el tope, utiliza esa

“Los días que viven los emprendedo­res nunca son iguales. A veces trabajas y trabajas y ves pocos resultados. Otros días trabajas y suceden cosas maravillos­as”

energía para seguir construyen­do, pero sin confiarte.

Vendrán momentos difíciles y deberás prepararte. Bien lo dijo Andy

Grove: “Solo sobreviven los paranoicos”. No te confíes.

Luego, en la bajada o caída, debes mantener el optimismo y enfocarte en lo que no está funcionand­o y buscar soluciones. No te centres en lo negativo, sino en las acciones que debes tomar para revertir el curso y pasar el rato poco agradable. El punto más profundo ocurre junto antes de que suceda la magia.

2. La escalera llena de sorpresas. Otro gráfico que utilizo para visualizar mi día a día es una escalera, en la que algunos peldaños son empinados y cortos, mientras otros son larguísimo­s y parecen nunca acabar.

Los días que viven los emprendedo­res nunca son iguales. A veces trabajas y trabajas y ves pocos resultados. Otros días trabajas y suceden cosas maravillos­as. Otros días, a pesar de que trabajas, trabajas y trabajas, no ves absolutame­nte nada. Y no es sino hasta después de semanas o incluso meses cuando recién ves resultados. Pero, ¿qué es lo más importante? ¡Que avanzaste!

La vida del emprendedo­r es esa gran escalera. Lo importante es que sigas subiendo hacia la cima.

Cuando estés en uno de esos escalones tan largos, piensa en que ya mismo llegas al siguiente.

• Rodéate de la gente correcta. Acércate a gente que te aporte cosas positivas, gente con quien puedas compartir tus preocupaci­ones y que te sirvan de soporte en los momentos en que no lo estés pasando bien.

Aléjate de la gente tóxica que tiene rollos negativos. Gente con falta de transparen­cia, poco honesta, envidiosa, egoísta, que habla mal de los demás y que lejos de crear valor solo lo buscan capturar.

Como dice Oprah Winfrey, “Rodéate de gente que te llevará más alto”. Estas personas te darán el mejor consejo cuando lo necesites, sin esperar algo a cambio, y velarán por ti.

• Mantén una actitud optimista. Los pensamient­os positivos traen cosas positivas. El enemigo número uno del ser humano es él mismo. Nuestra mente es muy poderosa; si piensas que te va a ir mal, te irá mal. Si por el contrario, piensas que te va a ir bien, te irá bien.

Y en caso de que te vaya mal, que también sucede, sácale lo positivo a lo negativo para que vuelvaes a estar en positivo. Hay gente que ve el vaso medio vacío, hay gente que lo ve medio lleno. Yo, como todo “hustler”, me lo tomo y sigo positivo pa’ lante. Haz lo mismo. ¡Ya verás!

• Enfócate y ten fe. Cuando la ansiedad me vuelve loco, procuro enfocarme en el propósito y el optimismo. Me concentro en lo que quiero lograr a largo plazo y en que si hago lo correcto las cosas pasarán. Me centro en tener paciencia, seguir trabajando y tener fe.

Te confieso que aunque hago todo esto muchas veces no duermo y sigo ansioso. Sin embargo, esto sí me ha funcionado.

Si te gustó este escrito y crees que puede ayudar a alguien a manejar su ansiedad en el camino del emprendimi­ento compártelo.

¡Ayudar a otros es obligatori­o!

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