El poder detrás del trono favorece a Canelo
Aunque toda persona tiene derecho a hacer lo que le venga en ganas, máxime si tiene la piel forrada de billetes de mil, Cotto ha errado al economizarse $300,000 y no pagar la cuota legal exigida por el CMB para sancionar su pelea sabatina por el cetro mediano, lo que provocó que lo despojaran el martes y él contestara que no le importa un carajo, no con esta acentuación que yo agrego para darle mayor dramatismo a su metedura de pata; sabiendo obviamente que el andamiaje favorece por raza, juventud y mercadotecnia a Canelo, protegido de Golden Boy Promotions, lo que le obliga prácticamente a noquearle o darle una paliza, ya que los jueces, y que me excusen mi mala leche, tendrán sus pupilas enamoradas del azteca por, repito, todo lo que significa para el llamado establishment, ese poder detrás del trono que gobierna a su antojo cualquier sector de la sociedad en países dizque democráticos.
Ahora mismo, Canelo, favorecido todavía 3 a 1 en las casas de apuestas, es la figura máxima del pay-per-view, que sostienen los millones de mexicanos en suelo estadounidense; y significa además el presente y futuro de la industria del toma y dame por su carisma y estilo salvaje que tanto gusta a las masas; mientras Cotto simboliza el pasado glorioso, el guerrero viejo que se niega a morir y demostrar que su experiencia y valía pueden dar al traste con cualquier manejo turbio, tan común a favor de los campeones que pertenecen a los promotores elites y las televisoras HBO y Showtime.
Los mejores ejemplos del Canelismo fueron dictados por los oficiales, C.J. Ross, mujer que votó empate a 114 en la zurra que cogió de Mayweather; y Leví Martínez, de ascendencia mexicana que apuntó, 117-111, o sea, 9 a 3 en asaltos, en su victoria (¿...?) ante el cubano Erislandy Lara.
En fin, es lógico creer que Cotto, en su afán genuino de ganar más plata, cambió su patria chica: Nueva York, por Las Vegas, que le tiende una alfombra roja a su rival; y ahora más por rebelarse contra el CMB, nacido y engordado en la patria de Canelo...