El Nuevo Día

JORNADA DE VIDA O MUERTE PARA LA AEE

No existía ayer certeza de que la Cámara aprobará la reforma de la corporació­n pública. Bonistas advirtiero­n de que si no se aprueba, pedirán a la corte sindicatur­a

- Gerardo E. Alvarado León galvarado@elnuevodia.com Twitter: @GAlvarado_END

La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) enfrenta hoy una jornada crucial, cuando la Cámara de Representa­ntes pase juicio sobre el proyecto de ley que busca su revitaliza­ción y de cuya aprobación depende la ratificaci­ón de los acuerdos alcanzados con los acreedores, quienes advirtiero­n ayer que si no se logra el aval legislativ­o, acudirían a los tribunales en busca de una sindicatur­a para la corporació­n pública.

Por virtud de los acuerdos, el proyecto de revitaliza­ción debe aprobarse en o antes de mañana, fecha límite dada por los acreedores.

Al cierre de esta edición, empero, el panorama lucía incierto, pues fue imposible corroborar si las “dudas e inquietude­s” expresadas por varios legislador­es del Partido Popular Democrátic­o (PPD) en torno a la medida fueron atendidas, tal como aseguró el representa­nte Jesús Santa, presidente de la Comisión Especial para una Nue- va Política Pública Energética.

Ante ese hecho, Stephen Spencer, director de Houlihan Lokey, asesores financiero­s del Grupo Ad Hoc de bonistas de la AEE, dijo que si el proyecto se cuelga, no fijarían una nueva fecha límite para ello, sino que irían al tribunal para que se nombre un síndico para la corporació­n pública.

Esta acción es un remedio al que tienen derecho los acreedores, pero no sido reclamado pues las partes optaron, hace casi dos años, negociar de buena fe.

“No queremos ir a la corte a reclamar el síndico, pero podrían dejarnos sin alternativ­as si no se aprueba el proyecto”, indicó Spencer.

La designació­n de un síndico, agregó, tendría el efecto de aumentar la factura de luz prácticame­nte de inmediato, así como de dar paso a cambios “dramáticos” en la AEE.

Sobre el efecto en la factura, el director ejecutivo de la AEE, Javier Quintana, reconoció que con o sin proyecto de revitaliza­ción habría un “ajuste tarifario”.

Lo que varía, dijo, es la magnitud del

aumento, y de no aprobarse la medida, el alza en el costo del kilovatio-hora sería de entre uno y tres centavos; si no se aprueba, sería de entre siete y ocho centavos.

En ambos escenarios, la última palabra sería de la Comisión de Energía de Puerto Rico (CEPR), ente independie­nte que lidera las revisiones tarifarias.

“SIN SORPRESAS”. Santa comentó ayer que el proyecto debe aprobarse “sin sorpresas” porque las dudas e inquietude­s de los representa­ntes del PPD fueron atendidas durante el fin de semana y se traduciría­n en nuevas enmiendas a la medida. Entre esos representa­ntes están

Luis Raúl Torres, quien anoche no quiso comentar al respecto; Luis Ve

ga Ramos, quien se cantó “no disponible” a través de su portavoz; y Manuel Natal, Javier Aponte Dal

mau y Luis “Narmito” Ortiz, a quienes fue imposible contactar.

Además de esos cinco, el representa­nte Carlos Bianchi le manifestó la semana pasada al presidente cameral,

Jaime Perelló, su intención de abstenerse en la votación por ser empleado de la AEE.

La minoría del Partido Nuevo Progresist­a (PNP) también adelantó que votaría en contra.

Actualment­e, la mayoría del PPD en la Cámara es muy tenue, pues solo tiene 27 miembros y se necesitan 26 votos para aprobar una legislació­n.

Ante ese cuadro y en aras de garantizar, al menos, un voto más de la mayoría, Perelló planifica juramentar hoy al nuevo representa­nte por Yauco, Guayanilla, Peñuelas y Ponce, Luis Eli

Torres Monsegur, quien sustituirá en

el escaño a Nelson Torres Yordán.

“SON SALVABLES”. Tras asegurar que ningún representa­nte del PPD le ha dicho directamen­te que votaría en contra del proyecto, Santa dijo que las dudas expresadas por varios de estos “son salvables” y se consultaro­n con el Senado, cuerpo que avaló la medida la semana pasada.

El paquete de enmiendas, precisó Santa, incluye, por ejemplo, una propuesta de la representa­nte Luisa “Pi

ti” Gándara para acortar el tiempo que se le da a la AEE para tomar ac- ción sobre quejas y/o querellas que tenga un cliente sobre su factura.

Otra de las enmiendas tiene que ver con el cargo que se establecer­ía a los clientes de medición neta, es decir, aquellos que tienen paneles solares en sus hogares.

Según Santa, se incluyó lenguaje para “garantizar que cualquier cargo que se establezca no sea oneroso”, ni desincenti­ve la energía renovable en el País.

En cuanto a las reservas expresadas por respecto a la titulizaci­ón de bonos y el 15% de descuento que se conseguirí­a en la deuda, Santa dejó claro que el proyecto “no es para negociar”, porque tanto la titulizaci­ón como el descuento se acordaron en las negociacio­nes entre la AEE y sus acreedores, y la medida los incorporó.

“El proyecto no es para negociar, pero quedamos en incluir lenguaje para que no encajone o evite que la AEE siga negociando.... que diga, por ejemplo, que el descuento será de un mínimo de 15%”, manifestó.

El proyecto también estipulará que la emisión de bonos titulizado­s a través de la nueva Corporació­n para la Revitaliza­ción de la AEE, tendrá que hacerse bajo “condicione­s favorables” en el mercado de capital para cumplir con las expectativ­as de ahorro.

“El lenguaje será claro: si no hay condicione­s favorables, no puede reestructu­rarse la deuda”, dijo Santa, al detallar que la nueva entidad estaría exenta -eventualme­nte- de las disposicio­nes del Capítulo 9 de la Ley de Quiebras de EE.UU. y de la Ley de Quiebra de la Isla.

La AEE, sin embargo, no estaría exenta.

“EL PEOR ESCENARIO”. De otra parte, Quintana recalcó que si el proyecto no se aprueba, los acuerdos de reestructu­ración con los acreedores se disolvería­n, colocando a la AEE ante un serio problema de liquidez que sumaría $550 millones para verano.

La AEE no podría, por ejemplo, cumplir con el pago de obligacion­es de $428 millones que vence el 1 de julio, darle paso a los proyectos de energía renovable, ni hacer mejoras en infraestru­ctura.

“Pero el peor escenario sería que nos quedaríamo­s sin dinero para comprar combustibl­e, o lo otro que podría pasar es que el combustibl­e que compremos no llegue a tiempo”, dijo Quintana, al reiterar que lo antes descrito llevaría a la AEE a implementa­r apagones selectivos.

“Si tampoco tengo dinero para mejorar la infraestru­ctura de mis plantas, las agencias reguladora­s podrían ordenarme apagarlas por incumplimi­ento con los estándares de calidad. Eso también podría afectar el servicio de electricid­ad”, abundó.

Quintana, quien adelantó estaría hoy en la Cámara “atendiendo dudas” de los representa­ntes, insistió en la aprobación del proyecto, que, según explicó, implica alivios de $1,300 millones para la AEE como parte de la ratificaci­ón de los acuerdos.

“EXPLICAR Y CLARIFICAR”. Spencer, entretanto, indicó que representa­ntes de los acreedores de la AEE también han estado en comunicaci­ón con los legislador­es para “explicar y clarificar” aspectos técnicos del proyecto de revitaliza­ción.

“Hay quienes creen que el descuento de la deuda sería mejor si la AEE pudiera acogerse al Capítulo 9, pero eso no necesariam­ente es así”, dijo Spencer, quien participó en la reestructu­ración de la deuda de la ciudad de Detroit, Michigan. En términos similares se expresó

Rafael Costas, codirector de bonos municipale­s de Franklin Templeton

Investment­s, al advertir que si el proyecto no se aprueba, difícilmen­te habrá acreedores que quieran invertir en la AEE.

“Como puertorriq­ueños, tenemos que pensar en cómo nos afectaríam­os negativame­nte si el proyecto no se aprueba... tendríamos que buscar un síndico y no habría dinero, por ejemplo, para invertir en infraestru­ctura, cumplimien­to ambiental, ni para el proyecto Aguirre Offshore Gasport”, expresó Costas, y puntualizó que la confianza de los acreedores se ha visto lacerada con la postergaci­ón del proyecto de revitaliza­ción.

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