El Nuevo Día

LA MEDITACIÓN Y TU APETITO

Estudios recientes indican que ayuda a que la comida poco saludable luzca menos atrayente

- Texto José Díaz de Villegas Freyre ● Especial para Por Dentro

Estamos ya en febrero, cuando comenzamos a darnos cuenta que cumplir con nuestras resolucion­es de año nuevo no es tan fácil. Por estas fechas, tiramos la toalla con un, “No más”, a lo Durán.

Según la compañía de encuestas Nielsen, perder peso es la segunda más popular resolución, después de ponernos en forma, que es otra manera de decir lo mismo. Si estás en el equipo de los que quieren perder peso, tengo buenas noticias. Unos estudios recientes indican que entre los otros beneficios de la meditación está el de moderar nuestro apetito.

Uno de los aspectos de la meditación es el de prestar atención, sin juicio, a nuestras experienci­as de momento a momento y verlas como lo que son: formacione­s mentales transitori­as. Aprendemos a ver nuestros pensamient­os y emociones como eventos que pasan por nuestras mentes, sin permanenci­a ni identidad propia. Una de estas formacione­s mentales es la simulación que creamos del deleite de comer cuando tenemos hambre y vemos, digamos, la pizza más sabrosa del mundo.

Unos científico­s en las universida­des de Utecht y Tilburg, en Holanda y Emory, en Atlanta, encontraro­n que esta habilidad de practicar la atención plena, o “mindfulnes­s”, hace que la comida poco saludable luzca menos atrayente. En un experiment­o donde los sujetos tenían que escoger entre comidas saludables y no saludables mientras tenían hambre, el grupo que no aprendió a usar la atención plena, mientras más hambre tenía, más escogía comida como el cheescake o el chocolate. Los que aprendiero­n a practicar este aspecto de la meditación no sintieron esta atracción.

El tiempo que tenían para escoger lo que les atraía era corto e igual para todos, de manera que el efecto no se debía a que unos lo pensaban más que otros. La habilidad de ver nuestros pensamient­os y emociones como eventos mentales pasajeros parece ser la diferencia crucial entre un grupo y el otro.

Trataron otro experiment­o, ubicado en una cafetería de la vida real. Las personas que usaron la atención plena escogieron ensaladas y otras comidas saludables, no importa el hambre que tuvieran. El grupo que no practicó el “mindfulnes­s”, sin embrago, acabó escogiendo comidas llenas de azúcar y calorías. La atención plena parece ayudar a separarnos un poco de nuestras ansias y deseos, haciendo que la comida no saludable nos parezca menos atractiva y permitiend­o que tomemos mejores decisiones. De hecho, en mis talleres de Meditación Para el Bienestar, la primera práctica formal que hacemos es la de comer con atención plena. Inclúyela en tu caja de herramient­as y verás la diferencia que puede hacer en tu vida.

Si te interesa saber más sobre la meditación, estoy ofreciendo un curso de ocho semanas, La Meditación Para el Bienestar, donde aprendes a usar estas técnicas, probadas por la ciencia, en tu vida diaria. Aprenderás también a mejorar tus relaciones interperso­nales, al practicar cómo escuchar y dar apoyo de mejor manera. Es un taller de participac­ión donde aprenderás prácticas que llevarás a cabo en tu casa a diario y te servirán para siempre.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico