Revitalizar la AEE para beneficio de Puerto Rico
El resultado de largos e intensos meses de negociaciones entre la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y sus bonistas, y de debate legislativo sobre el contenido de la medida en vía de convertirse en la ley para reestructurar la corporación pública, tiene
El producto final de los trabajos de la Cámara de Representantes y del Senado debe contener la reducción de la deuda de la AEE, garantías del flujo de efectivo para la compra de combustible, inyección de capital para modernizar los sistemas de generación y distribución eléctrica, y permitir que el gobierno retenga el control sobre la entidad pública, como ha adelantado el gobernador Alejandro García Padilla.
No es el abonado el llamado a asumir toda la carga del acuerdo. Por el contrario, se deben asumir nuevas políticas para la compra de combustible y la transformación de la Autoridad hacia otras formas de generación de energía que alivien el bolsillo de los clientes residenciales y comerciales. Esta previsión, no solo beneficiará la economía de las familias y de los empleadores, sino que será un factor para el necesario impulso y respiro de la economía.
Es importante mantener la determinación sobre el monto de las tarifas de servicio eléctrico bajo la jurisdicción de la Comisión Reglamentadora de Energía, cuya misión es velar por la protección de los derechos de los abonados. También es esencial que los abonados reciban una factura transparente, que especifique a qué corresponde cada cargo y que la AEE se dirija hacia la reducción tarifaria que necesitan los abonados.
Ha sido meritoria la labor de aquellos miembros de la Asamblea Legislativa que abrazaron el proyecto de revitalización, reconociendo que la AEE necesita herramientas para enderezar sus maltrechas finanzas y colocarse en posición de ofrecer a Puerto Rico un servicio de calidad. Ahora la corporación pública podrá centrar sus esfuerzos en lograr que todos los acreedores se unan al acuerdo alcanzado con los bonistas del Grupo Ad Hoc.
Es de esperarse que la legislación, enmendada en el Senado y la Cámara de Representantes, permita poner en vigor los acuerdos negociados por la AEE con el Grupo Ad Hoc que representa al 70% de sus bonistas, evitando el impago de su deuda y complicados reclamos judiciales.
La AEE deberá ahora poder abonar los $400 millones que le corresponde pagar a los bonistas en julio próximo, un desembolso que no habría podido realizar sin el acuerdo, y no tendrá que hacer pagos al principal en cinco años, lo que le permitirá atender las mejoras a su infraestructura.
Una meta clave de este arduo proceso es producir un estatuto de revitalización de la AEE que devuelva a los inversionistas su confianza en Puerto Rico. Esa credibilidad fiscal solo se puede recuperar garantizando la capacidad de cumplir con los compromisos contraídos, tanto con los acreedores como con los empleados y abonados. Este paso es indispensable para estimular la economía.
La tarea gigantesca apenas comienza. Devolverle a esta corporación pública el brillo y el liderazgo que disfrutó desde su creación en los años cuarenta del siglo pasado hasta hace unas décadas, requerirá del compromiso y del esfuerzo de todos sus componentes.
Nos mantendremos atentos al desarrollo de los acontecimientos para asegurarnos de que el cumplimiento estricto de los compromisos contraídos resulten en un servicio eléctrico confiable y de calidad, al costo más bajo posible, para todos los ciudadanos. Esa es, en última instancia, la zapata sobre la cual se apoyará la recuperación económica del País.