Un triángulo de risas
La comedia Quién Ca?!##.. es Guadalupe? subirá a escena desde el viernes en el Teatro Tapia en Viejo San Juan
Para un actor, pocas cosas son tan satisfactorias como escuchar la explosión de risa del público disfrutando de una puesta en escena creada para provocar carcajadas. Y esto es, precisamente, lo que Braulio Castillo anticipa que ocurra durante las funciones de “¿Quién Ca?!##... es Guadalupe?,”, obra teatral de Emilio Huyke que estrena este en el Teatro Tapia del Viejo San Juan.
La comedia de enredos está dirigida para todo público, pues tanto las palabras obscenas como el doble sentido están ausentes. La acción se desarrolla en las oficinas de las empresas Barcal, cuando su propietario (encarnado por Castillo) decide tomarse de una manera jocosa los celos extremos de su esposa, al comenzar una serie de intrigas alrededor de una (o un) supuesta amante. La incógnita respecto al sexo de esa tercera persona es parte de los enredos en la trama.
“Se involucra la secretaria, un empleado y un amigo abogado”, explica el actor, quien comparte el escenario con Blanca Lissette (la esposa celosa), Rafael José (el abogado enamorado), Suzette Bacó (la secretaria tonta) y Danilo Beauchamp (el empleado ejemplar).
Las distintas intervenciones de los personajes provocan desde supuestas demandas de divorcio, súplicas de amor, confusiones y hasta posibles embarazos. Al final, solamente Guadalupe -a quien nadie parece poder identificar- podrá resolver o empeorar el dilema.
Para Castillo dar vida a un personaje cómico, como el señor Barcal, es una satisfacción. Requiere poner en práctica destrezas diferentes a las empleadas en roles dramáticos, además de procurar una buena química con los compañeros de elenco y el director.
“Hay que tener una cadencia escénica y un ritmo para que pueda tener el efecto deseado”, destaca el actor.
Como parte de su preparación antes de salir a escena y lograr esta meta, Castillo repetirá el mismo ritual que repite para cada uno de sus roles.
“Llevo mi matre de ejercicio y hago una rutina de respiración y estiramiento, que es sagrada, porque me ayuda a poner mi mente en un estado de relajación y produce que aflore más espontaneidad”, dice Castillo.
La dirección de la obra estará a cargo de Albert Rodríguez, la iluminación; de Tony Férnandez, el vestuario; de Abigaíl Vargas, el maquillaje; de Alex Pabón, la escenografía; de Gregorio Barreto y la regiduría; de Yaiza Figueroa.