EL CODICIADO VOTO BORICUA
Miles de puertorriqueños residentes en el estado del sol pueden ser claves en la contienda que definirá el futuro de las carreras republicana y demócrata
ORLANDO, Florida.- Si Marco Rubio quiere evitar que el mismo electorado que le llevó al Senado federal en 2010 sepulte su precandidatura presidencial republicana, necesitará el martes, entre otras cosas, una fuerte movilización boricua.
Pese a que los republicanos boricuas de Florida son menos que los demócratas e independientes, nunca antes en una primaria presidencial del Grand Old Party (GOP) han tenido la posibilidad de ser claves y significar tanto.
Como con el gobernador John Kasich en su estado de Ohio, la precandidatura de Rubio, que tiene el respaldo de gran parte de la estructura oficial del GOP, la primaria presidencial republicana de Florida puede ser su última parada y oportunidad para frenar al magnate Donald Trump.
“Todo, siempre, se decide en Florida”, dijo Rubio, quien hoy volverá a hacer campaña en Orlando.
En la tierra de Disney, Rubio puede necesitar un poco de magia. Solo una encuesta reciente le pone a pasos de distancia de Trump (30% a 36%).
Aunque matemáticamente no se le conceden posibilidades de alcanzar el mínimo de 1,237 delegados, la votación pone en juego la imagen y ser una piedra para el futuro político de Rubio, de 44 años, en su propia casa.
La profesora y comentarista política Susan MacManus, de la Universidad del Sur de Florida, reconoció que “no hay tantos puertorriqueños como demócratas e independientes en Florida, pero en una contienda cerrada harán la diferencia”.
Para MacManus, la victoria de Rubio en el evento republicano de la Isla debe haber tenido un impacto positivo en el electorado boricua, sobre todo de Florida central, donde los puertorriqueños representan el 41% de los votantes hispanos.
La fórmula de triunfo de Rubio, mantuvo MacManus, es una alta movilización de su comunidad cubana en el sur de Florida, sobre todo Miami, y un buen impacto entre los boricuas de Florida central y otros hispanos.
Florida es el gran premio de la jornada electoral del martes, pues el ganador se llevará los 99 delegados en disputa.
Solo los que están inscritos como republicanos podrán votar, lo que reduce significativamente el número de electores boricuas en el evento del GOP. Pero, expertos y activistas prevén que serán decenas de miles los puertorriqueños que saldrán a votar.
Además de Florida, el GOP tendrá primarias el martes en Ohio, Illinois, Carolina del Norte y Misuri.
“Definitivamente no estoy con Trump”, indicó el puertorriqueño Joseph Torres, independiente y estudiante del Valencia Community College, al salir de un mitin del senador Ted Cruz (Texas) en la Faith Assembly of God Church de Orlando.
A Torres le atrae de Cruz "su defensa de la Constitución, que dice la verdad y se enfrenta al ‘establishment’”.
Cruz se ha dedicado a recordar que él también es de origen cubano y abrió 10 oficinas en el estado con la misión de drenar el voto de Rubio y quedar claramente como el único oponente de Trump.
Rubio, con el apoyo de súper comités de acción política que inundan los canales de televisión, advierte que un voto por Cruz o Kasich en Florida es un voto por Trump.
Después de provocar más inuendos de Trump, con su argumento de que si el magnate tenía manos pequeñas eso significaba que sus partes íntimas también lo eran, Rubio ha buscado en los últimos días volver a su ruta natural, la de orador que inspira a su electorado, como hizo Barack Obama en 2008 con las tropas demócratas.
Hace siete años, cuando aspiró al Senado, Rubio era el independiente, abrazado al Tea Party. Entonces, retó a la maquinaria republicana.
Pero, llega a la elección del martes golpeado, y –si Kasich se hunde en Ohio– como la última esperanza de los que dirigen la maquinaria del GOP para tratar de evitarles tener que escoger entre el impredecible Trump y el súper conservador Cruz.
En la más reciente jornada electoral, el pasado martes, no obtuvo ni un solo delegado en cuatro contiendas.
Con un millón de habitantes, Florida está a punto de ser el estado con más población puertorriqueña en Estados
Unidos. Y la diáspora boricua toca a la puerta de los cubanos en busca de ser el grupo hispano más grande en este estado.
Según la Encuesta de la Comunidad de la Oficina del Censo federal, en octubre pasado había 4.2 millones de hispanos en Florida.
Entre los inscritos, tras las elecciones legislativas de 2014, 662,000 hispanos de Florida se identificaban como demócratas, frente a 575,000 independientes y 471,000 republicanos, en su mayoría cubanos.
Movilizar a los electores boricuas a las urnas en Florida, sin embargo, es siempre un reto. En primarias aún más. Pero, los republicanos han tenido pocas contiendas más llamativas que la primaria del martes.
Las pasiones y rencores las genera Trump, quien anteanoche tuvo que cancelar un mitin en la Universidad de Illinois, en Chicago, ante las protestas que se generaron en su contra en el mismo interior del evento.
A su paso por Orlando, hace unos días, Trump pidió a sus seguidores hacerle jurar, en un evento en la Universidad Central de Florida, que saldrán a votar el martes por él. La escena recordó a sus críticos el comportamiento del liderato nazi.
“NUNCA TRUMP”. Por sus expresiones de prejuicio étnico y religioso, tres de seis seguidores boricuas de Rubio entrevistados por El Nuevo Día –el veterano Dennis Fretyes, el empresario de bienes raíces Luis Figueroa y el exprecandidato al Congreso Peter
Vivaldi –, descartaron votar por Trump en noviembre si es el candidato del GOP.
El coordinador de la campaña de Rubio en Florida Central, Luis Her
nández, el contador público autorizado Gustavo Torres y la excirujana general Antonia Coello de Novello indicaron que apoyarán al candidato oficial, no importa quien sea.
En las últimas horas, Rubio dijo entender que un seguidor suyo en Ohio vote por Kasich y el gobernador, enfrascado en una batalla cerrada con Trump en su estado, le devolvió el favor advirtiendo que “no le dedico tiempo a Florida”.
Los seguidores de Rubio apuestan a que serán los hispanos los que le llevarán a la victoria. “La primera vez que escuché a Rubio pensé estaba escuchando a Ronald Reagan”, indicó Coello de Novello, quien considera que si Rubio llega segundo el martes, debe seguir adelante.
Tras ir dos veces a la Isla, Rubio ganó cómodamente las primarias de Puerto Rico, hace una semana. “Ninguno de los otros (tres precandidatos) republicanos ha hablado sobre la crisis fiscal”, dijo Vivaldi.
Freytes, quien estuvo con Jeb Bush, confía en que de cara a noviembre Rubio cambie de opinión y apoye reestructurar la deuda pública de Puerto Rico, pero considera que ningún otro precandidato del GOP se le acerca en su compromiso con la Isla y su respaldo a un referéndum pro estadidad.
Luis Figueroa sostuvo que Rubio es “quien puede unir” al Partido Republicano, ahora muy dividido, de cara a la elección general.
El médico puertorriqueño Leonides Villalón es voluntario de la campaña de Trump. “No es un político, eso es de las cosas que me atrajo”, dijo Villalón, quien se identifica con las ideas de Trump, incluido el tema de la inmigración y destaca su "vasto co-nociniento sobre la economía".
Sostiene que Trump ha hecho claro que no describe a todos los indocumentados mexicanos como criminales. “Tiene sentido común todo lo que Trump dice, contrario a lo que indican las turbas y gente que para mí no tiene cabeza clara o los escrúpulos adecuados”, indicó Villalón, quien fue obstetra ginecólogo en Bayamón.
Jorge Bonilla, exprecandidato al Congreso por el distrito 9 con sede en Kissimmee, está con Cruz por considerarlo "el candidato con mayores posibilidades de una presidencia que restaure la separación de poderes, el apego a la Constitución, haga cumplir las leyes de inmigración y en una política exterior más sana".
Pero, en Florida la oposición de Rubio es Trump, quien con una victoria en este estado, puede colocar contra la pared a una maquinaria que invierte decenas de millones de dólares en busca de detenerle.
Bonilla prevé que después del martes, Cruz quedará como el único oponente real de Trump. Pero, advirtió que si Trump gana la candidatura, votará “write in” en la papeleta de la Casa Blanca y se dedicará a defender los candidatos del GOP al Congreso.
Para Bonilla, el 'establishment' ayudó a crear un precandidato como Trump por "marginar las bases conservadoras". “Trump manipula el agravio racial y de clases para fines políticos", dijo Bonilla, preocupado por sus actitudes "autoritarias" y bajo la impresión de que Trump "no tiene idea qué hacer si llegase a ganar”.
“Todo, siempre, se decide en Florida" MARCO RUBIO Senador federal por Florida y precandidato presidencial republicano