Contra el discrimen
Esta semana se conmemoró el Día Internacional de la Mujer. Pero, ¿de qué se trata en realidad? La historia ubica el origen en 1910, cuando la alemana Clara Zetkin propuso declarar el 8 de marzo como el día para reconocer a las primeras trabajadoras que tomaron acciones como obreras organizadas contra la explotación del sistema capitalista. Es una fecha que marca la necesidad de señalar y eliminar todas las acciones discriminatorias contra las mujeres. De hecho, el tema de la ONU este año es “Por un mejor Planeta 50-50: Demos paso a la igualdad de género”. La organización hizo un llamado para acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030, en la que se señaló la desigualdad bajo la cual todavía viven las mujeres a nivel mundial. Mientras que la iniciativa “Demos el paso”, del grupo ONU Mujeres, exhorta a los gobiernos a comprometerse con acciones concretas en esa dirección, pues muchas veces se quedan en palabras. Es importante reconocer que la desigualdad contra las mujeres no desaparece con la edad –de hecho, muchas veces se recrudece pues se suma el discrimen por ser adultas mayores– ni hace distinción por nacionalidad. Hoy, reconozco la labor de las cuidadoras informales –dominicanas, puertorriqueñas y de cualquier otra nacionalidad–, a las que trabajan en instituciones y a quienes cuidan a un familiar sin mayor remuneración que la satisfacción del deber cumplido.