El dolor de una madre
Horacio: A seis años de tu asesinato aún sin esclarecer, pero esperanzada en que algún día se haga justicia, mientras tanto, te seguiremos escribiendo como regalo.
Durante estos años he sido yo y quien en honor a ti, ha escrito estas cartas.
Hoy quiero compartir contigo los comentarios de dos personas que fueron tan importantes en tu vida, como tú en la de ellos:
“La pelea más importante de mi vida la tuve hace 28 años atrás.
Fue un día común y corriente donde dos niños que estaban en Kindergarten, empezando a aprender a coexistir con otras personitas igual que ellos, tuvieron un enfrentamiento que cambió sus vidas para siempre.
Ese día a la hora de la siesta, Horacio y yo tuvimos una pelea y esto marcó un paso importante en nuestras vidas o, como hubiese dicho el mismo Horacio, 'fue un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad'.
Para Papá Dios no existen casualidades y fue de esta manera que comenzó esta travesía, que fue trascendiendo y transformamos una simple amistad, en una relación de hermanos.
Hoy, día en que cumplimos 33 años, el cielo está de fiesta y solo puedo decirte que te amo, enano, que me haces mucha falta y que te recuerdo y celebro tu vida constantemente. Feliz cumpleaños, brother ”.
Luis Fer
“Fueron alrededor de 20 años de amistad y aunque por razones, aun inexplicables para mí, de la vida ya no compartimos físicamente.
Me llena el saber que fuiste quien querías ser, buen amigo, hermano, hijo.
La verdad es que pienso en ti y son solo momentos felices los que vienen a mi mente.
Doy gracias a Dios, porque a pesar de retirarte de una forma abrupta, marcaste nuestras vidas, no solo como mejor amigo, sino también como compadre.
Porque al igual que el brother , fuiste esa persona que entendimos debería ser un ejemplo para nuestra hija.
Es por eso que, aún al ver las fotos sigues siendo, padrino Horacio.
Mientras escribo esta carta le pregunto a la nena si le gustaría escribirte algo y me dice: 'escríbele que me gustaría que estuviese conmigo para poder celebrar su cumpleaños, te Amo, escríbele eso”. Bryan “F”
No hay satisfacción mayor como madre que saber que todavía te recuerdan con tanto cariño.
Ojalá que desde allá arriba Dios te permita leer nuestras cartas, para que sepas, hijo mío, que vivirás eternamente en el corazón de los que te amamos.
¡Feliz cumpleaños, hijo de mi alma! Te amamos para siempre,
Tu madre Carmiña