Producción y herencia

Pedro Vázquez Torres, veterano agricultor que traza un plan para dejar en manos de sus hijos una finca productiva.

Aseguró que está ya listo para iniciar el proceso que culminará en la transición del negocio hacia sus hijos, que ya están también activos en la finca.

“Yo estoy en Lares. Empecé en la agricultura en el 1980. Primero emigré a Estados Unidos, regresé y me dediqué a la agricultura. Mis padres eran agricultores en Utuado. Llegué a Lares, compré dos finquitas de cinco cuerdas, las sembré de café y plantas ornamentales”, relató al ofrecer datos de su trayectoria.

“Después compré una de 60 cuerdas y luego una de 50 y ahora tengo solamente la de 50 y la de cinco, y las dedico a la siembra de plantas ornamentales, café, plátanos, chinas y tengo invernadero para la siembra de vegetales”.

Vázquez mercadea localmente sus productos mediante “muchos guagüeros, como le llaman allá”, que le compran la mercancía y la distribuyen y revenden en la calle.

“Tengo mucho café, tengo muchos vegetales. Estamos sembrando pimientos y cherry tomatoes”, indicó.

“También tengo una empresa, que se llama Empresas Agrícolas San Pablo, que me dedico a la venta de estructuras agrícolas. Nosotros, a través del Departamento de Agricultura, somos los que hacemos las facilidades de invernaderos”, agregó.

Esos son los desarrollos que atraen a los jóvenes. “Tengo los dos hijos míos que trabajan conmigo y ahora mi hija también se vino a trabajar conmigo. Ya tengo 63 años y tengo que enseñarles a correr el negocio”, dijo.

“La hija mía tiene una maestría y ella es anestesista y se gana de $4,000 a $5,000 mensuales en San Juan y se quiere ir para Lares”, señaló. “Por el momento yo no le puedo pagar lo que ella se gana, pero yo le doy tres días, para que aprenda el negocio y se quede con él”, dijo el orgulloso padre.

La integración va en serio. “Tuve al hijo mío seis meses en España aprendiendo a montar los invernaderos y ahora está trabajando. Al otro le van a arrendar una finca en Santa Isabel que lleva más de 20 años abandonada, así que el hijo mayor se va a establecer en el sur, el pequeño va a estar por toda la Isla y la hija mía conmigo”, resaltó.

La reacción del consumidor es muy buena y cada día se vende más”

PEDRO VÁZQUEZ Agricultor