La medicina nuclear en la detección de nódulos de tiroides
Es frecuente encontrar nódulos o masas en la glándula tiroides. Tener un nódulo no significa que haya cáncer, ya que la gran mayoría de estos son benignos. Sin embargo, es necesario que se investiguen, ya que hasta un 20 % de los nódulos llamados “fríos” pueden ser malignos.
Sabemos si un nódulo es “frío” con un estudio de medicina nuclear. Frío es aquel nódulo que no funciona cuando hacemos un
Thyroid Scan. En pacientes que toman hormonas de tiroides es necesario que sus- pendan su uso temporeramente antes de hacer el estudio.
Los protocolos de diagnóstico incluyen una biopsia de aguja dirigida por sonografía. Este procedimiento se hace para obtener tejido del nódulo y saber si la razón por la cual ese nódulo no funciona es cáncer. Si no hay cáncer, el médico usualmente sigue de cerca los cambios que puedan ocurrir, por medio de sonogramas y a veces Thyroid Scan, ya que no siempre la biopsia de aguja descubre todos los tumores. Si el nódulo es causado por un cáncer, el cirujano realiza una tiroidectomía, es decir, saca el tiroides. Luego de esta operación, el especialista en medicina nuclear/medicina molecular evalúa el pa- ciente y luego de considerar los resultados de todos los estudios previos, el reporte del cirujano y el reporte del patólogo, se evalúan las opciones de tratamiento con yodo radioactivo. Si eliminamos por esta terapia el tejido que haya quedado de tiroides, podemos curar una gran cantidad de estos tumores y minimizar o incluso descartar la posibilidad de que vuelvan a aparecer, si eliminamos todo el tejido de tiroides funcional. En muchas ocasiones, aunque el resultado de la cirugía sea excelente, no es posible eliminar todo el tejido porque hay otras glándulas que se encuentran adyacentes o dentro del tiroides - las paratiroides- que no puede el cirujano eliminar ya que tienen la función de manejar el uso del calcio. Por esta razón, usualmente, queda una pequeña cantidad de tejido de tiroides luego de la cirugía. Ese tejido remanente es el que eliminamos utilizando el método más sencillo y que usa la función natural de la glándula que es el incorporar en ese tejido el yodo radioactivo. El especialista en medicina nuclear evalúa al paciente y discute las medidas que hay que utilizar para tratar al paciente y para proteger a los miembros de la familia de la radiación que va a tener ese paciente por varios días en su cuerpo luego de tomar una cápsula del yodo. Esas medidas son sencillas y fáciles de seguir. El paciente casi siempre puede recibir este tratamiento y quedarse en su casa. Esta estrategia es la más simple, eficiente y costoefectiva. La autora es directora de LivMo - Live Molecular Imaging localizados en los hospitales Menonita de Caguas, Cayey y Aibonito. Para información, llama al 787-743-1491, al 787-738-2195 o al 787-735-8001.