No todo está perdido
Durante el año escolar mi esposa, la escritora Tina Casanova y quien suscribe visitamos escuelas públicas y privadas desde hace alrededor de 16 años con el colectivo Ambos por la Niñez. Nuestra meta es fomentar el amor por la lectura en los niños de nuestra Isla.
Hemos comprobado que aprender a leer por placer desde pequeños es una buena fórmula para desarrollar mejores seres humanos y adultos exitosos. Alimentando el cerebro con la continua lectura desde la infancia, no importa la condición económica, tendremos jóvenes mentalmente preparados para confrontar la polémica sociedad que les estamos legando.
El cierre de bibliotecas públicas y escolares está haciendo cada día más difícil esta tarea en la cual nos hemos embarcado pero, aún así, no cejaremos de perseguir nuestro propósito.
En esta última semana, durante la celebración del Congreso de la Lengua, hemos comprobado que no todo está perdido. El martes 15 de marzo visitamos dos escuelas elementales en Canóvanas, la Antonio R. Barceló y la Juana Rodríguez Mundo. En ambas escuelas nos recibieron niños de quinto grado muy entusiasmados tras haber leído la serie de novela juvenil, Pepe Gorras, de Tina Casanova. Estudiantes, ayudantes de bibliotecarios, participaron activamente para llevar a cabo la actividad dirigidos por sus entusiastas bibliotecarias, maestras, directores escolares y algunas madres asistentes. Con una lectura entretenida y divertida los pequeños empiezan a leer por placer.
El miércoles 16, Tina Casanova fue invitada a participar como panelista en una actividad en el CILE auspiciada y organizada por Ediciones SM con el tema de la escritura desde profesiones distintas como: periodismo, literatura, música, ilustración y publicidad. Participaron estudiantes de escuelas de Yauco.
El Jueves 17, nos invitaron las escuelas públicas Severo E. Colberg Ramírez e Inés María Mendoza en Cabo Rojo. Cruzamos la Isla para de nuevo tener otra experiencia extraordinaria con estudiantes de ambas escuelas.
Estamos convencidos que los estudiantes son un reflejo del esfuerzo y dedicación de los padres, maestros, directores escolares y personas dedicadas de la comunidad. ¡Tengamos esperanza que no todo está perdido!
Sigfredo Rodríguez