FOCO DE RESISTENCIA EN EL CONGRESO
La juventud cubanoamericana está más abierta a la normalización de relaciones con Cuba
El legislativo de EE.UU. no contempla eliminar el embargo
“Todavía hay algunos en el Congreso que quisieran volver a las normas antiguas. Pero, la puerta está abierta para comenzar a terminar con el bloqueo”
JOSÉ SERRANO
Congresista puertorriqueño
El presidente Barack Obama hace todo cuanto puede por crearle huecos, pero el liderato republicano del Congreso se niega a acabar de tumbar la muralla que supone el embargo económico contra Cuba, endurecido por ley hace dos décadas.
Por años se ha considerado que el voto de los cubanos de Florida, que suele favorecer a los republicanos en un estado que decide elecciones presidenciales, y la presión del grupo de legisladores federales cubanoamericanos –uno de los cuales puede ser el próximo inquilino de la Casa Blanca– hacen improbable derogar el embargo mientras el Grand Old Party (GOP) controle el Congreso.
Pero, a los demócratas les brindan esperanzas los cambios de actitud que refleja la juventud cubanoamericana, que, en sondeos de opinión, ha expresado estar más abierta que sus padres a la normalización de relaciones con Cuba.
Y consideran que al próximo presidente de EE.UU., que será elegido en noviembre, se le hará políticamente muy difícil echar hacia atrás los avances hechos bajo el gobierno del presidente Obama, aunque en términos administrativos podría desmantelar los acuerdos con solo devolver a Cuba a la listade países que “patrocinan el terrorismo”.
Desde que llegó al Congreso, en 1990, José Serrano, puertorriqueño que representa en la Cámara de Representantes el distrito 15 del condado del Bronx en Nueva York, trata de convencer a sus colegas de que es hora de dejar atrás el embargo, que comenzó en 1962, como orden ejecutiva, y se fortaleció por ley en 1996.
Pero, también ha intentado propuestas menos ambiciosas, como liberalizar los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba y la contratación de beisbolistas cubanos por las Grandes Ligas de EE.UU.
En las últimas dos décadas, en el pleno de la Cámara de Representantes se han logrado aprobar en varias ocasiones propuestas para permitir el libre tránsito de estadounidenses hacia Cuba y autorizar ventas agrícolas por crédito. No obstante, en las negociaciones con el Senado, como por arte de magia, el liderato republicano siempre ha logrado sacarlas de la legislación final.
Ahora, tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas, el gobierno del presidente Obama, por medio de medidas administrativas, ha establecido acuerdos para vuelos aéreos entre ambos países, permitir las ventas agrícolas por crédito, autorizado los viajes educativos de individuos (antes eran solo de organizaciones), los negocios de empresas de telecomunicaciones en La Habana y la contratación prolongada en EE.UU. de atletas, artistas y otros residentes de Cuba, como los beisbolistas.
“Todavía hay algunos en el Congreso que quisieran volver a las normas antiguas. Pero, la puerta está abierta para comenzar a terminar con el bloqueo. El tren ya dejó la estación”, indicó Serrano al señalar que merece especial atención el hecho de que la reacción en Miami al restablecimiento de relaciones diplomáticas fue suave y “no hubo grandes manifestaciones” en contra.
Para Serrano, después de las elecciones de noviembre, los republicanos deberán reconocer que las cosas han cambiado en Miami y que si no se vinculan al proceso, el presidente tiene suficiente poder para avanzar en el tema de las relaciones diplomáticas y económicas.
“Van a seguir expandiéndose las relaciones comerciales, educativas y culturales. Si gana un republicano, ¿qué van a hacer, cerrar la embajada que se acaba de abrir? Sería absurdo”,
dijo el congresista demócrata boricua Luis Gutiérrez (Illinois).
De los republicanos que quedan en la contienda presidencial, solo Ted Cruz, senador por Texas y de padre cubano, ha sido categórico en querer revertir las normas ejecutivas del presidente Obama.
“Todas las encuestas que he visto indican que la inmensa mayoría de los ciudadanos de EE.UU. favorecen la apertura hacia Cuba. La única excepción es la comunidad cubanoa- mericana en Florida, por lo que políticamente continuar con la agenda de apertura hacia Cuba no es muy arriesgado”, indicó Jorge Duany, profesor del Instituto de Investigación Cubana de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
“NYET” REPUBLICANO. Para los legisladores cubanoamericanos, sin embargo, el gobierno del presidente Obama no ha demandado suficientes cambios en la sociedad cubana. De- nuncian, además, un incremento en los arrestos de disidentes. Históricamente, el gobierno de EE.UU. había exigido la celebración de elecciones multipartidistas, plena libertad de prensa y la excarcelación de prisioneros políticos antes de pensar en terminar con el embargo.
“La política de nuestro país debe estar menos enfocada en suavizar nuestras regulaciones y más en poner presión a los hermanos Castro para que no sigan oprimiendo al pueblo cubano”, indicó la decana de los congresistas cubanoamericanos, la republicana Ileana Ros Lehtinen (Florida), quien acudió al pleno de la Cámara baja esta semana para denunciar el viaje de Obama.
El speaker Paul Ryan, republicano por Wisconsin, sostuvo que “a pesar de que el presidente intenta socavar el embargo, por acciones ejecutivas, todavía está obligado a cumplirlo”.
Para el demócrata Robert Menéndez (Nueva Jersey), uno de tres cubanoamericanos en el Senado de EE.UU., “a menos que los Castro se sientan obligados a cambiar la forma en que gobiernan la isla, el régimen va a ser el beneficiario” del acercamiento entre Washington y La Habana.
Tras el histórico anuncio de diciembre de 2014 de los presidentes de EE.UU. y Cuba a favor de la apertura de embajadas en sus respectivas capitales, se han presentado múltiples medidas a favor y en contra de fortalecer las relaciones entre ambos países.
Una de ellas, del congresista republicano Peter King (Nueva York), pide la extradición del independentista puertorriqueño William “Guillermo” Morales, exmilitante de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) que se escapó de una prisión en Nueva York y desde hace casi tres décadas vive en Cuba.
Ninguna medida, sin embargo, es discutida con seriedad.
De todos modos, el congresista demócrata Jim McGovern (Massachusetts) piensa que el fin del embargo no está a la vuelta de la esquina, pues la jefatura republicana sigue impidiendo un debate franco en el pleno del Congreso, donde muchos piensan que la mayoría está lista para ir hacia adelante.