Tiempo de coyunturas históricas
El presidente de EE.UU. entiende que su visita a Cuba representa un escenario único para adelantar las relaciones entre ambos países
LA HABANA, Cuba.- El presidente
Barack Obama entiende perfectamente el valor de su visita a Cuba, la cual inició ayer y agotará una jornada de tres días que incluirá una reunión con su homólogo Raúl Castro, y hasta un juego de béisbol.
“Esta es una visita histórica y una oportunidad histórica”, dijo Obama a los empleados de la embajada de los Estados Unidos en La Habana, a quienes habló en una reunión en el hotel Meliá Habana, donde se efectuó el acto debido a la lluvia que cayó persistentemente ayer sobre la capital cubana.
“En 1928, el presidente (Calvin) Coolidge vino aquí en un buque de batalla. Le tomó tres días llegar aquí. A mí me tomó tres horas”, sostuvo el presidente estadounidense, en referencia a la última visita registrada por un mandatario de su país a suelo cubano.
“Sé que han sido siete meses muy intensos… Pero quiero que sepan que cada uno ha cumplido su deber, que todo esto está pasando gracias a ustedes. Cada día ustedes están logrando poner a Estados Unidos y Cuba más cerca”, indicó el mandatario a su equipo de trabajo en Cuba.
Obama está claro en cuál es su intención con el viaje. Quiere darle particular interés a adelantar su agenda.
“Tener una embajada de Estados Unidos aquí significa ser más efec- tivos en avanzar nuestros valores, nuestros intereses, y entender mejor y más efectivamente las preocupaciones del pueblo cubano”, manifestó.
El presidente fue muy bien recibido en su primer día por el pueblo cu- bano. Al llegar a la zona de la Catedral, en La Habana Vieja, mucha gente que llegó desde horas de la mañana lo recibió con vítores.
“¡USA, USA!”, gritaban algunos a coro, mientras Obama se giró, los saludó y les dijo “¡gracias!”, a la vez que chocaba manos con algunos.
Obama y su familia fueron a comer al paladar San Cristóbal, uno de los muchos restaurantes privados de la capital. En la ruta la gente se daba cuenta de su paso y su comitiva confrontó problemas para adelantar en las calles ante la multitud que buscaba verlos.
“Nunca pensé que iba a vivir algo así, es increíble. Es un momento histórico para Cuba y espero que el presidente Obama logre derrumbar el bloqueo”, dijo Mario Torres Cabrera a El Nue
vo Día, quien a sus 75 años todavía no se cree lo que está viviendo su país.
Hoy será otro día. Obama y el presidente de Cuba, Raúl Castro, hablarán al país y se sabrá qué nueva puerta se abre o si alguna se cierra.