Nocivos puestos de gratitud
Cada político tiene una agenda personal prioritaria que es la de agradecer a sus colaboradores políticos por su aportación.
El agradecimiento se traduce en un compromiso para otorgar contratos, auspiciar y asegurar que se aprueben leyes. Para tales menesteres necesita a gente de su confianza, dispuesta a hacer lo que sea para mantener su muy bien pagado puesto y asegurarse una pensión de por vida sin mucho esfuerzo.
Todo este deliberado andamiaje gubernamental tiene que ser eliminado por completo.
Esto es posible si algún gobernante se interesa por simplificar, unificar, sistematizar y estandarizar todo el sistema de clasificación de puestos y empleados de gobierno, para así poder asegurar una mejor calidad de empleados públicos. Harry Narváez
Vega Alta