Pluralidad de África reflejada en sus letras
Novelista busca erradicar la noción de África como un continente con una sola identidad homogénea
FUNCHAL, Portugal.- El escritor mozambiqueño Mia Couto considera que los autores africanos están contribuyendo a cambiar la imagen y los estereotipos de África y a mostrar que cuenta con “una diversidad y una pluralidad que ningún otro continente tiene”.
Los escritores jóvenes africanos ya no tienen ese “complejo” de sentirse obligados a escribir sobre los clichés de la “África salvaje” y cuentan todo tipo de historias, explicó Couto en una entrevista a Efe en Madeira, donde participó en el Festival Literario del archipiélago luso, antes de viajar a Barcelona para hablar de su última novela, “La confesión de la leona”.
Con varios galardones en su haber, incluido el Premio Internacional Neustadt de Literatura (2014) al conjunto de su obra, António Emílio Leite Couto (Maputo, 1955) -conocido simplemente como Mia Couto- es el escritor mozambiqueño con más tra- bajos traducidos a otras lenguas.
Para el autor de “Tierra sonámbula” (1992) -obra considerada uno de los doce mejores libros del continente- la literatura de los autores africanos está ayudando a superar la imagen de África como una única realidad homogénea que existe fuera de sus fronteras.
“Están mostrando que África no es sólo eso. África tiene una diversidad y una pluralidad que ningún otro continente tiene de forma tan intensa”, señaló el mozambiqueño, que como muestra de esa heterogeneidad apuntó a la riqueza lingüística del territorio, que concentra el 30% de las lenguas del mundo.
Antes de desarrollar su prolífica carrera en la escritura, el sueño del joven Couto era ser psiquiatra, pero lo dejó de lado para luchar por la independencia con el Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo).
La independencia, que llegó en 1975 tras el fin de la dictadura salazarista en Portugal, y la posterior guerra civil (1977-1992) marcaron su vida y su escritura.
“En aquel momento era una ficción compartida por todos los mozambiqueños, el gran sueño de tener una nación independiente. Era como si estuviese escribiendo mi propia vida y al mismo tiempo la historia de mi país”, explicó.
La “injusticia social y racial” en Mozambique fue el desencadenante para que Couto se interesase por la política, carga que se ha conseguido superar en las últimas cuatro décadas, en las que también ha cambiado la situación de la literatura africana, aunque él no sabe si logrará dejar de escribir sobre su país.
“Es mi patria, estoy escribiendo siempre sobre Mozambique (...) Todo mi imaginario y toda mi fantasía nace en Mozambique”, reconoce.
Una de las señas de identidad de su escritura es la innovación lingüística, con la creación de nuevos vocablos y la introducción de términos de las lenguas africanas que se hablan en Mozambique, un proceso en parte dirigido a afirmar su “identidad nacional”.
“Mozambique habla un portugués propio y las personas dejan en él marcas de su propia cultura y su propia lengua (...) Simplemente dejé la puerta abierta para que esa oralidad entrase en el texto y ocupase su lugar”, explicó.
El autor de “Un río llamado tiempo, una casa llamada tierra” recuerda que en su país se hablan más de 25 lenguas y que para el 90% de los mozambiqueños el portugués es apenas una segunda lengua.
El respeto por esta diversidad lingüística es, a su parecer, una de las exigencias a tener en cuenta al hablar de lusofonía.
“Debería haber una idea plural de la lusofonía; ‘lusofonías’, en vez de ‘lusofonía’ en singular. Y permitir que cada país tenga su propio proyecto de la lengua portuguesa como instrumento de creación de la identidad y la unidad nacional”, argumentó.
“Mozambique habla un portugués propio y las personas dejan en él marcas de su propia cultura y su propia lengua” MIA COUTO Escritor mozambiqueño