Proceso centrado en los niños
Un modelo de enseñanza distinto da esperanzas a padres de menores con autismo
Lograr que los niños se conviertan en adultos independientes, productivos y felices es el sueño que la mayoría de los padres tienen para sus hijos, una meta que se siente difícil de alcanzar para los adultos cuando los niños son diagnosticados con autismo.
En los últimos años, las cifras de menores diagnosticados con autismo han aumentado, pero así también se han desarrollado nuevas herramientas para ayudar a estos niños a salir adelante, indicó la directora del Centro Explora en Guaynabo, Saraí Santiago.
Este centro, que atiende a 40 estudiantes, desde hace dos años adoptó un currículo –creado hace 40 años en la Universidad de Carolina del Norte– que aprovecha las fortalezas de cada niño para lograr que se desarrolle un proceso de enseñana y aprendizaje efectivo.
El enfoque del Tratamiento y Educación de Niños con Autismo y Problemas de Comunicación (TEACCH, por sus siglas en inglés) se basa en utilizar lenguaje visual como herramienta para ayudar a los menores a entender lo que les rodea, explicó Santiago. Con TEACCH se les da énfasis a los gustos de los menores y al carácter funcional de cada destreza, con lo cual se eliminan los planteamientos abstractos que podrían provocar frustración en los niños con autismo, resumió la directora.
“Aquí vamos de lo más simple a lo más complejo porque todo siempre tiene que ser de acuerdo a la edad y los intereses de niño. La meta es que puedan hacer las tareas por sí mismos”, indicó Santiago.
La integración de los padres en el proceso educativo cobra mayor importancia en el caso de niños con autismo, porque las destrezas se tienen que reforzar en la casa, explicó.
“Aquí no solamente integramos a los padres, sino también a los abuelos, los tíos... Es crucial que todos se comprometan a trabajar juntos”, apuntó Santiago.