¿Quo Vadis, Puerto Rico?
Cualquier junta para el control fiscal de nuestro país tiene que excluir políticos, que a fin de cuentas, debido al sistema en que se desenvuelven, nos han metido en este lio. Puede haber políticos en la junta, con voz y sin voto, ya que hay implicaciones políticas en las decisiones, pero los problemas son fundamentalmente técnicos. Localmente hay más que suficiente talento para esto, y su único interés sería nuestro bien.
Los prestamistas están gastando una millonada en propaganda mediática en contra de nosotros, y las garatas en el Congreso tienen que ver con cuanta soberanía nos quitan. Nuestra única defensa es un movimiento de pueblo donde reclamemos nuestra soberanía. Soñar con la estadidad es hacerles el juego a ellos, creyendo en su buena fe, sin hacerle frente. No dejen que se cumpla el deseo de Donald Trump de convertir a Puerto Rico en un campo de golf gigante.
Gerhart Ramirez Schon, Manatí