“Me pregunto, ¿PROMESA, para quién? ¡Esta medida no contiene ni una provisión para nuestro desarrollo económico!”
José L. Bolívar Presidente de la Asociación de Industriales
¡Cierto es! Para muchas generaciones, los números nueve, tres y seis (936) tienen un significado muy particular. Nos recuerda al incentivo otorgado a la manufactura documentado en la Sección 936 del Código de Rentas Internas.
Hoy en día, es probable que el número que nos atañe sea el cuatro, nueve, cero y cero: número de la medida que presentó la Cámara de Representantes detallando la ampliamente discutida Junta de Control Fiscal. En vías de achicar el nombre tan extenso y complicado, también se conoce por sus siglas: PROMESA.
Me pregunto, ¿PROMESA, para quién? ¡Esta medida no contiene ni una provisión para nuestro desarrollo económico!
Según PROMESA, la Junta aprobará (o desaprobará) el presupuesto. Podrá exigir informes e información financiera como: minutas de la junta de directores, correspondencia, memorandos y archivos electrónicos, entre otros.
Cierto es que el presupuesto del Gobierno puede achicarse sin afectar los servicios básicos. Sin embargo, el excedente no va encaminado a mejorar nuestra competitividad; va a pagar el servicio de la deuda.
Si el Congreso no aprueba los incentivos industriales que les solicita la Coalición como parte de PROMESA, sabremos que se aprobó para cumplir con las promesas a los bonistas y no a las concebidas para el bienestar de Puerto Rico.