Hillary por la equidad en salud
Puerto Rico enfrenta dos crisis simultáneas, un sistema de salud con un financiamiento severamente insuficiente y una amenaza de salud pública por el virus del zika. Ahora mismo, existen más de 400 casos de zika confirmados en Puerto Rico, número que continúa en aumento. Expertos predicen que una de cada cinco personas, cientos de miles de personas, pueden infectarse con el zika para finales de este año. Esto representaría hasta un 80 por ciento de los puertorriqueños antes de que detengamos la propagación del virus.
El zika es particularmente peligroso para las mujeres embarazadas y representa un riesgo especial para miles de mujeres jóvenes en Puerto Rico. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) acaba de confirmar la relación del virus con la microcefalia, un defecto de nacimiento en el que los niños nacen con cabezas muy pequeñas y con frecuencia experimentan retrasos de desarrollo. Desafortunadamente, hasta el momento alrededor de 60 mujeres embarazadas han sido infectadas en la Isla.
Se me parte el alma por ellos y por las miles de madres alrededor del mundo quienes han descubierto que sus niños podrían tener microcefalia. Apenas puedo imaginar el miedo y la incertidumbre que provoca dicho diagnóstico.
Afortunadamente, el CDC está tomando esta amenaza con seriedad. La agencia ha estado trabajando muy de cerca con Puerto Rico y ha aumentado su capacidad de laboratorios y exámenes médicos, así como sus esfuerzos de prevención en la Isla. Sin embargo, me quiero asegurar de que estamos realizando todo lo que está a nuestro alcance para atacar la difusión del virus del zika. Es por esto que enviaré a dos de mis asesores principales a Puerto Rico en una misión con el objetivo de estudiar a fondo cómo el zika está impactando a la Isla y para determinar qué más podemos realizar para asistir a Puerto Rico a enfrentar esta crisis de salud.
Mientras continuamos conociendo más sobre este virus, no debemos demorar el desarrollo de un examen de diagnóstico rápido para el zika, una vacuna y tratamiento. Debemos también aumentar las medidas para controlar y combatir los mosquitos y asegurar que todos en Puerto Rico sepan cómo protegerse. Pero no podemos realizar estos esfuerzos sin recursos adicionales. En febrero, el presidente Obama anunció que reasignaría algunos fondos que habían sido designados previamente para combatir el ébola. Este es un importante paso, pero el Congreso tiene que ir más allá y asignar los 18 mil millones de dólares completos que el presidente Obama ha solicitado en fondos de emergencia para combatir este virus mortal.
Por supuesto, la crisis provocada por el virus del zika en Puerto Rico se ha agravado por problemas más profundos en el sistema de salud. Más de dos millones de puertorriqueños dependen de Medicare, Medicaid Advantage o Medicaid para pagar por su cobertura médica. Esto significa que las desigualdades de presupuesto de estos programas colocan continuamente a los puertorriqueños en riesgo de tener menos acceso a servicios de salud. Debido a la actual inestabilidad económica, los médicos se ven en la situación de abandonar a Puerto Rico en un momento que sus talentos son vitales.
Como presidenta, instaré al Congreso para asegurar que Puerto Rico reciba el mismo trato en el sistema de salud aumentando el presupuesto de Medicaid que contribuye el gobierno federal y continuar el incremento de la tasa de Medicare Advantage.
No tengo que recordarle a la gente en Puerto Rico que el virus del zika es un problema urgente. Tenemos que actuar ahora para proteger a los puertorriqueños, especialmente las mujeres embarazadas.
Estas son recomendaciones eficaces y viables que podríamos poner en práctica en este momento pues no hay tiempo que perder. El Congreso tiene que actuar y necesitamos también que los ciudadanos exijan acción.
Solo así podemos mantener a nuestras familias y niños seguros.