‘Lupa’ para vigilar la Tierra
Europa lanzará hoy el satélite Sentinel-1B, el cuarto del programa Copérnico Junto a su gemelo Sentinel -1A, este satélite contribuirá a monitorizar el medio ambiente y desastres naturales
El programa europeo Copérnico de observación de la Tierra amplió su familia con el nuevo Sentinel-1B, un satélite que, una vez en órbita, tomará imágenes en cualquier condición meteorológica, de día o de noche, para estudiar la superficie de la Tierra y los océanos.
El lanzamiento de este satélite, el cuarto del programa Copérnico, se realizará hoy, con un cohete Soyuz, desde el puerto espacial de Europa en Kurú (Guayana Francesa).
Copérnico es el programa más ambicioso de observación de la Tierra y con él Europa pretende “invadir” de manera continua el planeta de datos para “radiografiar” océanos, ríos, lagos, glaciares, clima o desastres naturales, con el objetivo de mejorar la gestión del medio ambiente y la vida cotidiana de los ciudadanos.
Este programa, que proporcionará información “precisa, oportuna y de fácil acceso”, coloca a Europa en el liderazgo mundial en observación de la Tierra desde el espacio, señaló Ramón Torres, jefe del proyecto Sentinel-1.
Copérnico incluye varias misiones y ya estaban en órbita tres satélites: el Sentinel-1A, el 2A y el 3A. Ahora se lanza el segundo satélite de la misión Sentinel-1, el Sentinel-1B, que se unirá a su gemelo casi idéntico (Sentinel-1A), cuyo lanzamiento fue hace dos años. Entre ambos hay muy pocas diferencias. Este nuevo satélite tiene un GPS mejorado, según fuentes de Thales Alenia Space, contratista principal de la misión.
Ambos orbitarán a 180 grados de separación, lo que proporcionará una cobertura mucho más completa de nuestro planeta: “más ojos para proteger la Tierra”, afirmó la Agencia Espacial Europea (ESA).
Los dos contribuirán a monitorizar el medio ambiente y desastres natu- rales: entre los principales objetivos, tratar de entender el planeta en constante cambio, desde el seguimiento de la subsidencia del terreno a la supervisión del hielo en océanos polares.
Por ejemplo, el Sentinel-1A ha generado unas 1,200 imágenes radar, que “muestran claramente” los cambios en los glaciares de la costa de Groenlandia, y el seguimiento de inundaciones y deslizamientos de tierra debidos al monzón en Myanmar.
“Sentinel-1 lleva a bordo un instrumento radar avanzado para proveer imágenes de la superficie de la Tierra día y noche y en cualquier condición meteorológica”, explicó Claudio Bruno, director de programas de la ESA y Exportación para Observación de la Tierra de Thales Alenia Space Italia.
Según Bruno, como constelación de dos satélites orbitando a 180 grados, la misión tomará imágenes de toda la Tierra cada seis días. La misión será beneficiosa para múltiples servicios relacionados con la monitorización de la extensión de hielo en el océano Ártico y la vigilancia del medio ambiente marino, incluyendo los vertidos de petróleo y la detección en embarcaciones para seguridad marítima.
Además, servirá para la gestión de bosques, agua y tierra y para dar soporte a situaciones de crisis o ayuda humanitaria.
El satélite estará plenamente operativo en cuatro meses -lo que no quiere decir que no envíe datos en ese período- y su vida útil está programada para unos siete años.