Baloncelistas exportados
Técnicos y jugadores del patio han hecho del basket su modo de vida aquí y en otras ligas
Por décadas y décadas Puerto Rico ha exportado su baloncesto a otras naciones, y las puertas que tocaron técnicos locales como el veterano Flor Meléndez desde principio de los 80, hoy día parecen abiertas de par en par, para jugadores y dirigentes.
Con el tiempo, las ligas profesionales han proliferado, y aumentado el volumen de jugadores de diversos países cruzando fronteras. Más que nunca antes, existen múltiples alternativas para que los canasteros y técnicos puedan ganarse la vida gracias al baloncesto. Ya la NBA en Estados Unidos no es la única oportunidad de ganar buen dinero, aunque esta siga siendo la principal liga del mundo.
Meléndez, en cambio, cree que los boricuas podrían aprovechar aun más dicha apertura internacional.
“Creo que es una bonita oportunidad. Nosotros que hemos podido viajar el mundo, y tener la oportunidad de compartir con otras filosofías del juego de otros países, teníamos que haberlo aprovechado más”, dijo Meléndez, en alusión a que en Puerto Rico, a su juicio, los canasteros no tienen del todo una cultura de baloncesto profesional.
“Creo que por la forma de nosotros jugar el torneo (del Baloncesto Superior Nacional), nuestros jugadores no se adaptan mucho. No a la forma de jugar allá (en ligas de latinoamérica y Europa), sino a la forma de ser profesionales allá. Donde tienen que levantarse temprano todos los días por- que tienes dos entrenamientos diarios, uno en la mañana y otro en la tarde. Tienes que ver muchos vídeos en grupo. Son cosas a las que los jugadores no se adaptan”.
Meléndez sí dice que procura orientar al nuevo talento que sigue surgiendo, antes de ir a otras ligas. De hecho, el veterano dirigente piensa que todo aquel jugador o técnico que piensa vivir del baloncesto, debe irse a participar a ligas del exterior en busca de mejorarse.
Uno de tantos jugadores de la actualidad que han hecho una vida más allá del BSN, es el centro Peter John Ramos, actualmente de los Vaqueros de Bayamón en el torneo local.
Ramos, en cambio, ha hecho campaña mucho más lejos, específicamente en China y Filipinas. Y últimamente, su agenda es una cargada pues juega en cuatro ligas al año, incluyendo además a República Dominicana y a Puerto Rico.
“El baloncesto es baloncesto en todos lados. Lo único que cambia es la agresividad en cada país, pero yo siempre voy con la cabeza de que voy a trabajar duro y a hacer mi trabajo, no importa dónde esté jugando ni en qué país… lucir bien”, dijo el pívot de 7’3” previo a un reciente encuentro de los Vaqueros.
De la liga filipina, por ejemplo, habló de reglas especiales como la que prohíbe a los equipos contratar jugadores de más de 6’8” de estatura, salvo aquellos clubes que terminaron la temporada anterior entre los últimos cuatro. Solo a esos se les da el beneficio, buscando que haya un mayor balance. Además la liga permite solo un jugador refuerzo por equipo.
Ramos fue contratado para reforzar al equipo Kia Sorento, del boxeador y múltiple excampeón mundial Manny Pacquiao. El año pasado, por ejemplo, el centro boricua acribilló una liga que no es conocida precisamente por ser de gran nivel. Allí abusó promediando 35.9 puntos y 21.2 rebotes por noche, aunque solo vio acción en 11 partidos.
“En China llevo ocho años. Hay mucho dinero y los fanáticos me tratan bien. Estando tanto tiempo allí, me quieren mucho. Son superfanáticos, y las canchas siempre están llenas. Si están perdiendo, van a las canchas comoquiera. Una cosa totalmente di- ferente”. Ramos asegura que esa experiencia de tantos años en el exterior, ha contribuido a hacerlo un jugador más maduro.
“A mí me ayudó a profesionalizarme”, dijo por su parte Meléndez en torno a su primera experiencia dirigiendo en Argentina en 1980. “Y verdaderamente me ayudó a decir, ‘esta va a ser mi carrera, no voy a hacer más nada que no sea esto”.
“A mí me ayudó a profesionalizarme (dirigir por primera vez fuera de la Isla). Y verdaderamente me ayudó a decir, ‘esta va a ser mi carrera, no voy a hacer más nada que no sea esto’” FLOR MELÉNDEZ Dirigente en el BSN, con experiencia también en Argentina, Brasil, España y República Dominicana