PASTELES PUERTORRIQUEÑOS LLEGAN A SINGAPUR
Inglaterra, India y ahora, Singapur... La vida ha llevado a Yamile Sain a recorrer rincones del mundo que poco se parecen a Puerto Rico pero, incluso al otro lado de mundo, un puertorriqueño nunca está solo. Y es que incluso en la pequeña isla asiática en la que vive hace casi cuatro años, Sain se encontró con un grupo de amigas puertorriqueñas que se han dado a la tarea de celebrar las navidades con cenas, parrandas y hasta pasteles. “Yo tengo amigas de todas partes del mundo, pero esta es la primera vez en la que me encuentro con un grupo de puertorriqueñas. Ya estamos que cada vez que nos encontramos a un puertorriqueño en el supermercado, lo incluimos en nuestro pequeño grupo”, relató. Sain salió de Puerto Rico en 1998, año en que se casó con su esposo y se relocalizó en Londres, Inglaterra. Anteriormente había vivido en Estados Unidos, donde completó la escuela superior y sus estudios universitarios, por lo que salir de la Isla no era novedad para ella. En Londres vivieron ocho años, allí nacieron sus hijos que ahora tienen 13 y 15 años. De allí se mudaron a la India, donde su esposo estableció su propia empresa. Tras seis años, se mudaron para Singapur. “Cada vez me mudo más lejos... Le digo a mi esposo que lo que me falta es Australia”, bromeó. A Singapur llegan puertorriqueños con cierta frecuencia debido a que laboran en la industria farmacéutica, aunque muchos llegan por periodos limitados ya que es parte de sus contratos de empleo, comentó Sain. Aseguró que se le ha hecho fácil acostumbrarse a la vida en Singapur, un lugar donde “todo es bien organizado”. “Aquí es bien seguro, la calidad de la educación es de primera. Los singapurenses son gente que está tan acostumbrada a seguir las reglas que nadie las rompe. Todo es ‘by the book’. El gobierno pone mucho dinero en la educación, ahora en las artes, ha abierto muchos museos, y en el teatro. El gobierno se enfoca mucho en la planificación”, comentó, al además elogiar la eficiencia de los sistemas de transportación pública. Al llegar a ese país, Sain se sorprendió al conocer que durante la década de 1970, funcionarios de Singapur viajaron a Puerto Rico para conocer de primera mano los servicios de asistencia local de aquí, particularmente los complejos de vivienda pública. La misión tuvo el efecto que algunos complejos en Singapur se parecen a los residenciales puertorriqueños, señaló. “Cuando llegamos a Singapur yo le decía a mi esposo ‘pellízcame para ver si es cierto que estamos aquí’. El cambio hacia acá ha sido bien positivo para nosotros”, expresó.