ESTRELLA AÚN SIN RESPLANDECER
Tiene hoy, ante Chocolatito González, su segunda oportunidad titular
“Mucha gente dice que McWilliams está invicto, por cómo fueron sus dos derrotas” JOSÉ BONILLA Entrenador de boxeo
Tras finalizar su carrera aficionada luego de participar en los Juegos Olímpicos de Pekín en el 2008, McWilliams Arroyo lucía como una garantizada futura superestrella en el boxeo profesional.
Pero múltiples obstáculos y contratiempos, así como una considerable dosis de mala suerte, han retrasado la carrera de Arroyo, quien hoy en la noche enfrentará al mejor peleador del planeta en la actualidad, el nicaragüense Román ‘Chocolatito’ González, por el título peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La pelea será en el Forum de Inglewood, California, y HBO la transmitirá en directo a Estados Unidos y Puerto Rico. Será la reyerta semiestelar del choque entre el campeón peso mediano Gennady Golovkin y el retador Dominic Wade.
“Cuando firmó profesional, McWilliams era de esos boxeadores que uno pensaba que no podía fallar en convertirse en campeón. Tuvo unos logros impresionantes como aficionado y es guapo”, dijo ayer el entrenador carolinense José Bonilla.
Uno de los peleadores amateur más destacados en la historia de Puerto Rico, el fajardeño estuvo a una victoria de ganar medalla olímpica, y conquistó oro en los Juegos Centroamericanos de 2006 en Cartajena, Colombia, y en los Juegos Panamericanos un año después en Río de Janeiro.
Como si eso fuera poco, Arroyo ganó oro en el Mundial de 2009 en Milán, Italia, convirtiéndose en el primer boricua que logra la gesta desde que el inmortal Wilfredo ‘Bazooka’ Gómez lo hizo en el primer mundial de boxeo, en 1974 en La Habana, Cuba.
TEMPRANO TRASPIÉ.
El primer traspié profesional de Willie, como lo apodan, vino inesperadamente y a solo cuatro meses de su debut. Tras ganar por nocaut sus primeras tres peleas profesionales -todas en la Isla- Arroyo peleó por primera vez fuera.
El combate, efectuado el 12 de junio de 2010, lucía como una oportunidad de oro para que el boricua brillara en el
Madison Square Garden en la víspera de la parada boricua en Manhattan.
Allí se enfrentó al nipón Takshi Okada, quien lo derribó en el segundo asalto y terminó quitándole el invicto al fajardeño, vía una cerrada y controversial victoria por decisión unánime: 37-38, 37-38 y 36-39.
“Quizás esa pelea lo afectó porque peleaba por primera vez en una cartelera de Top Rank en Nueva York. Perder entonces le frenó un poco la carrera”, sostuvo Bonilla.
El veterano entrenador Manny Siaca secundó la opinión de Bonilla.
“Esa pelea afectó mucho, le quitó el empuje que traía”, expresó Siaca en entrevista telefónica por separado.
Siaca y Bonilla estuvieron de acuerdo con que la mala fortuna de McWilliams fue agravada por la recesión económica, así como por el hecho de que para entonces los hermanos Iván y Peter Rivera, promotores de Arroyo, también eran propietarios de los Vaqueros de Bayamón del Baloncesto Superior Nacional, y las Vaqueras en la Liga de Voleibol Femenino.
“Querían hacer demasiadas cosas y eso los afectó”, dijo Siaca.
“Antes de eso, ellos como que tenían el toque del rey Midas”, comentó por su parte Bonilla. “Pero, por razones que uno no sabe, quizás la Puerto Rico Best Boxing perdió un poco ese toque”.
McWilliams sufrió la cancelación de sus combates en múltiples ocasiones, a menudo en último momento. También pasó varios periodos de inactividad.
Finalmente, Arroyo consiguió su ansiada oportunidad titular el 10 de septiembre de 2014, cuando retó al monarca peso mosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Amnat Ruenroeng. El duelo se llevó a cabo en el patio de la casa del campeón, el Liptapanlop Hall de Nakhon Ratchasima, en Tailandia.
La ventaja local fue determinante en el duelo. Arroyo (16-2, 14 nocauts) dominó el encuentro, incluso derribando al campeón en el sexto round. Ruenroeng se pasó la segunda mitad del combate abrazando y agarrando al boricua para evitar el nocaut. Pero no le quitaron puntos y el tailandés retuvo su faja, vía controversial votación dividida.
“Esa fue una pelea que él ganó”, dijo Bonilla, quien lamentó que la promotora de Arroyo no se llevara la pelea a Puerto Rico. “Aquí, McWiliams hubiera destrozado al muchacho ese”.
¿DIFÍCIL O IMPOSIBLE?
A pesar de sus credenciales, McWilliams subirá al ring como el amplio desfavorecido en la banca de apuestas.
“La gente que uno oye por ahí hablando parece pensar que a McWilliams lo llevan al matadero. Yo sé que Chocolatito es bien bueno, pero para ganarle a McWilliams va a tener que pelear de verdad”, sostuvo el técnico. “Un problema es que aunque McWilliams boxea, es demasiado guapo y le gusta intercambiar. Eso le conviene a Chocolatito. Con él, tiene que meter sus manos pero pelear inteligente”.
“Ese (Chocolatito) está fuera de liga”, dijo por su parte Siaca, con probabilidad el entrenador que ha trabajado con el mayor número de campeones mundiales en la historia del boxeo.
“Es bueno, bueno, bueno. Pega con las dos manos, aguanta y boxea. Ese es un extraterrestre”, concluyó Siaca.