Evite ser una víctima del robo de identidad
El robo o pérdida de documentos personales es la vía rápida para este tipo de fraude
Un robo en la residencia del abogado Eddie Olivera hizo que perdiera de un día para otro dinero y objetos. Pero la posesión más valiosa que los ladrones se llevaron fueron los documentos personales de él y sus hijos, pues certificados de nacimiento, pasaportes y tarjetas de seguro social en manos de personas malintencionadas pueden representar un largo dolor de cabeza y cuantiosas pérdidas.
Olivera, quien es director de política pública de la organización AARP, narró ayer algunos de los riesgos que representa el peligro de perder esta documentación personal y las medidas que los ciudadanos pueden tomar para protegerse.
Como parte del “Shred Fest 2016” que AARP realizó ayer en Caguas, con el copatrocinio del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, para que ciudadanos llevaran a triturar documentos financieros personales y otros confidenciales, Olivera explicó los cuatro pasos a tomar cuando se sospecha que se podría ser víctima de un robo de identidad.
El primero es presentar una querella en la Policía estatal para hacer constar la sospecha o la situación. El segundo, informar a la Federal Trade Commission, entidad federal que busca proteger a los consumidores. El siguiente es notificarles a las agencias que monitorean el crédito para que pongan un aviso de seguridad. Además, hay que mantenerse al tanto de los movimientos de crédito para poder iden- tificar cualquier transacción sospechosa.
“El número de seguro social es único y personal. La única manera de estar seguro de que no se está usando fraudulentamente es mantenerse monitoreando a través de las agencias”, indicó el abogado.
Sobre el robo de sus documentos, señaló que hasta la fecha ha podido evitar que tenga mayores consecuencias por las medidas que tomó al momento.
“Tenemos conocimiento de que en el Registro Demográfico de San Juan se intentó obtener un certificado de nacimiento con el pasaporte de uno de mis hijos, pero logramos evitarlo porque se puso una alerta”, contó de la experiencia.
En la actividad, los participantes también recibieron información para evitar el robo de la información de tarjeta de crédito, delito que sufrió la trabajadora social Irma Serrano. Esta habló de cómo alguien tomó los datos de una tarjeta que utilizaba para pagar gasolina. Se enteró al poco tiempo porque se vio reflejada una transacción de $1,500 en compra de enseres eléctricos.
“La única manera de estar seguro de que no se está usando fraudulentamente es monitoreando a través de las agencias”
EDDIE OLIVERA director de política pública de AARP