La sexualidad despues de los 60
Frente al tabú social que invisibiliza el sexo en la vejez, adultos mayores hablan abiertamente sobre sus expectativas y su vida sexual
“La edad no es impedimento. La vida termina cuando uno muere. Mientras hay vida hay esperanza”.
Sin pensarlo ni un minuto, esa fue la respuesta que dio José “Pepín” Rosario Navedo cuando se le mencionó el mito social que niega la sexualidad de personas de 60 años o más.
El toabajeño habló minutos después de interpretar el papel de un hombre mayor que enamora a una mujer de su misma edad, durante una competencia teatral, en la cual demostró la misma picardía que expresó en la entrevista.
El hombre de 67 años, quien tiene una amiga, destacó que las personas de su edad no deben cohibirse de tener un vida íntima pues, incluso, existen productos médicos que ayudan con la estimulación y permiten compensar las limitaciones que puedan surgir con la edad en el aspecto sexual. “A esta edad, yo sé que sirvo todavía”, afirmó Lydia Sanjurjo Torres, de 75 años, quien no descarta tener una relación si conoce a la persona adecuada y quien acude regularmente a un centro de actividades para personas de edad avanzada. Mientras, Carmen Rosario, de 81 años, dijo que se casó hace ocho años, luego de enviudar. En su caso, afirmó que “el matrimonio a esta edad es para ayudarnos, comprendernos, querernos, y si hay que tener sexo se tiene. No es solo para el sexo porque hay otras cosas tan importantes como el sexo”. METIENDO MANO DESPUÉS DE LOS 60. Las expectativas y vivencias de Pepín, Lydia y Carmen son ejemplo de lo que vive la población de mayor edad, que, en general, es incomprendida por la sociedad. Para los más jóvenes, es como si a los 60 años las personas se convirtieran en seres asexuales, idea que es totalmente errada. Así lo confirma un trabajo realizado
por cuatro estudiantes de maestría en Salud Pública, titulado: “Metiendo mano después de los 60: Sexualidad en el adulto mayor desde la perspectiva de la promoción de salud”. El trabajo fue parte de una clase en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico y será presentado en la V Conferencia Puertorriqueña de Salud Pública que comienza mañana y se extenderá hasta el miércoles.
El punto de partida para el trabajo, que comenzó como un foro en la clase y continuó con revisión de literatura y entrevistas, fue la poca información que hay sobre el tema en Puerto Rico, dijo Ephraim Acevedo Morales, uno de los universitarios a cargo del proyecto.
Una de las razones para ello es la idea equivocada de que los adultos mayores no tienen deseos sexuales o no aspiran a tener una relación sexual, por lo cual el tema no se estudia.
“A esa edad hay sexualidad, lo que hay es una falta de información” para que se rompa el mito, destacó Santos R. Ortiz Comas, otros de los autores del trabajo.
La barrera es tan grande que muchos profesionales de la salud no hablan del tema, lo cual agrava la situación para adultos mayores que necesitan orientación, destacó Isamary Dávila García, otra de las estudiantes a cargo del estudio.
“Ese mito social y cultural, por más profesional que sea el médico o especialista en salud, siempre es un factor que influye y eso es algo que hay que trabajar para educar a estos profesionales”, sostuvo la estudiante Pamela Bernard Boígues.
En su estudio, los estudiantes validaron las diferencias que existen entre hombres y mujeres de edad avanzada a nivel sexual, que requieren de comprensión para una mejor convivencia en pareja.
Entre otras cosas, que el hombre no pierde el deseo sexual aunque puede tener una erección menos rígida o disfunción eréctil, mientras que en la mujer, el deseo suele disminuir después de la menopausia, proceso que también implica cambios físicos como resequedad vaginal. Educación, consejería y productos médicos ayudan en esos casos.
Pero además, es importante definir qué es sexualidad. “Es una expresión de amor, de compañía, de confianza, un beso, una caricia, que te cojan la mano, eso es sexualidad”, sostuvo Isamary.