Tregua parcial reduce violencia en zonas sirias
Sin embargo, la situación en Alepo no ha cambiado y la ciudad recibió bombardeos por noveno día consecutivo
BEIRUT.- La tregua parcial iniciada ayer en el norte de la provincia siria de Latakia y en Guta Oriental, en las afueras de Damasco, redujo los niveles de violencia en ambas zonas, pero no afectó a la situación en la ciudad de Alepo, bombardeada por noveno día consecutivo.
El único incidente registrado en la mitad septentrional de Latakia fue una explosión de origen desconocido, de la que tanto las fuerzas del régimen como los grupos armados opositores se lanzaron acusaciones sobre su autoría, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
No obstante, la calma fue casi total en esta provincia costera, así como en Guta Oriental, principal bastión opositor de la periferia damascena, lo que contrastó con el panorama en Alepo, la mayor urbe del norte de Siria, donde los ataques aéreos continuaron.
El director del Observatorio, Rami Abderrahmán, explicó a Efe que durante la jornada de ayer se registraron al menos treinta bombardeos en varios distritos bajo el control de los rebeldes en Alepo, un número similar al de días anteriores.
No obstante, el saldo de víctimas mortales ayer fue inferior, ya que solo hubo cinco muertos en los barrios de Kafr Homed, Bab Neirab y Bustan al Qasr, indicó el activista.
“Esto puede ser porque los bombardeos tuvieron como blanco zonas no residenciales, o bien porque ya no quedan ciudadanos en las áreas atacadas”, apuntó Abderrahmán.
El portavoz de la Defensa Civil en Alepo, Jaled Jatib, confirmó en declaraciones a Efe que efectivamente ayer hubo bombardeos en varios distritos, como Bustan al Qasr, Al Ansari y Bab Neirab, donde hubo fallecidos y heridos, aunque no pudo precisar su número.
Por su parte, una fuente de la Jefatura de la Policía de Alepo declaró a la agencia de noticias oficial siria, SANA, que al menos veintidós civiles fallecieron en las últimas veinticuatro horas y otras ochenta personas fueron heridas por el disparo de proyectiles de grupos terroristas.
La fuente detalló que los cohetes, arrojados por el Frente al Nusra (filial siria de Al Qaeda) y sus aliados, impactaron en la zona del ayuntamiento, la calle Al Nil y la plaza de Sadalá al Yaburi, bajo dominio gubernamental.
En la última semana, Alepo ha sufrido una ola de violencia que se ha cobrado las vidas de al menos 244 personas, de acuerdo con el recuento de la ONG, pese a que en el país sigue en vigor el alto el fuego declarado en febrero.
En un intento de salvar el cese de las hostilidades, Rusia y EE.UU. acordaron el viernes una tregua parcial en Latakia y Guta Oriental.
La Comandancia Suprema de las Fuerzas Armadas sirias se comprometió ayer en un comunicado a disminuir su actividad en Guta Oriental durante 24 horas y en el norte de Latakia, durante 72.
La medida ha dejado fuera al principal foco de las hostilidades, Alepo, y Moscú ha dejado claro que no presionará al Ejecutivo sirio para que detenga sus operaciones en esta población.
“No ejercemos ninguna presión porque se trata de la lucha contra la amenaza terrorista”, dijo a la agencia Interfax el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Guennadi Gatílov.
La semana pasada, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora, pospuso su participación en las conversaciones indirectas en Ginebra con una delegación del gobierno de Damasco por las violaciones del alto el fuego, la falta de acceso humanitario a áreas sitiadas y la no liberación de detenidos.
En una rueda de prensa, el presidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Anas Abde, cuyo grupo es el componente más importante de la CSN, exigió ayer al grupo de países Amigos de Siria que adopten acciones concretas “para acabar con la agresión del régimen en Alepo”.
El grupo Amigos de Siria incluye a EE.UU., el Reino Unido, Francia, Alemania y varios países árabes, que respaldan a los opositores sirios.
Abde consideró que “el régimen de Al Asad, con el apoyo de Rusia e Irán, viola la tregua y debe haber sanciones por ello”.
A su juicio, el gobierno sirio intenta imponer una solución política al conflicto, que dura ya más de cinco años, fuera de la legalidad internacional y de las negociaciones de Ginebra. IMPACTO RUSO. Al menos 5,799 personas han muerto en Siria desde el inicio de los bombardeos de Rusia, aliada del gobierno de Damasco, según el recuento publicado ayer por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esas víctimas mortales, al menos 2,005 eran civiles, entre los que hay 481 menores de edad y 305 mujeres.
Los ataques aéreos de Rusia se han cobrado también las vidas de 2,035 combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI), así como las de 1,759 milicianos de brigadas rebeldes sirias y del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en el país árabe.
El pasado 30 de septiembre, Rusia comenzó los bombardeos en Siria en la que es su primera intervención directa en el conflicto en el territorio sirio desde su inicio en marzo de 2011.
Los ataques aéreos rusos han contribuido a un avance del Ejército sirio en los últimos meses, que ha progresado frente al EI en la provincia central de Homs.
Moscú y Damasco aseguran que los bombardeos son contra el EI y otras organizaciones terroristas, pero activistas y opositores denuncian que también han tenido como blanco zonas residenciales y posiciones de organizaciones insurgentes como el Ejército Libre Sirio (ELS).