Facilitador versus enemigo
Q Puerto Rico necesita desarrollo económico y creación de empleos para salir la depresión que ha durado diez años y de la quiebra en la que se encuentra el Gobierno.
El primer paso tiene que ser la conversión del Gobierno en un facilitador en vez de competidor contra la empresa privada. Al tener certeza de un campo de juego de competencia leal y el apoyo a la inversión privada, los inversionistas apostarán a Puerto Rico y crecerá la economía.
El peso del Gobierno tiene mayor impacto en los inversionistas locales, quienes, al percibir incertidumbre en el futuro, se sienten temerosos de poner en riesgo su capital. Menos van a invertir si luego de levantar un negocio viene una agencia pública, por capricho, a competir contra el inversionista privado.
En el caso de empresas nuevas o de reciente creación, particularmente pequeñas y medianas empresas (PyMES), la competencia de parte del Gobierno puede convertirse en su quiebra. Hay que romper el miedo de invertir en Puerto Rico y para eso el Gobierno tiene que dar el primer paso. Se tiene que convertir en aliado del empresario.
Hay quienes dicen que las empresas PYMES no son el motor de la economía para sacarnos de la depresión en la que está Puerto Rico y que la solución está en nuevas empresas foráneas grandes.
Están correctos en que empresas nuevas son generadoras de empleos y actividad económica. La diferencia es que mientras ellos ponen la fe solamente en empresas foráneas grandes, yo pongo mi esperanza en empresas nativas nuevas, incluyendo PYMEs.
Varios estudios realizados en Estados Unidos demuestran que en la creación de empleos y actividad económica, el tamaño no es tan importante como la edad de la empresa, siendo las empresas nuevas las mayores generadoras de empleos.
Es así que podemos concluir que la creación de empresas nuevas, grandes o pequeñas, es la solución para el crecimiento económico de Puerto Rico. Es la innovación y espíritu emprendedor, principalmente el local, el que es la llave a un futuro. Eso requiere que el Gobierno sea un facilitador en vez de competidor de la empresa privada, se agilicen los procesos gubernamentales de permisología y otras gestiones donde el Gobierno ayude a liberar el espíritu creativo local.