Tesoro al alcance de todos
La versión en línea del Tesoro lexicográfico del español en Puerto Rico permite búsquedas avanzadas de palabras de uso común en el País
En Puerto Rico la palabra vacilón se usa como sinónimo de fiesta, de algarabía, pero no siempre ha sido así. Hace 80 años, para la década del treinta, esta palabra se usaba en el País para referirse a alguien que tenía una borrachera, usando la expresión “Yo tengo un vacilón…”. Luego se fue transformando su uso y ya para los años 50 hablar de vacilón también era referirse a juerga, así como al estado de euforia que producía la marihuana. En los ochenta, sin embargo, vacilón ya era sinónimo de alegría, algarabía, broma, burla, relajo.
El desarrollo de esta palabra, así como de otras de uso común en el país, se puede conocer en detalle en la versión electrónica del Tesoro lexicográfico del español en Puerto Rico (www.tesoro.pr), un diccionario de diccionarios sobre el español de Puerto Rico. Esta herramienta contiene un total de 19,333 palabras puertorriqueñas, recogidas por 60 fuentes diferentes a lo largo del siglo 20, que ahora estarán accesibles de forma gratuita por vía del Internet.
La nueva plataforma digital permite a los usuarios conocer la fuente de la definición y el año en que apareció por primera vez la palabra con determinado significado, así como hacer búsquedas avanzadas por palabra o frase, categoría gramatical, origen, fuente y año, campo temático, palabras en las definiciones y terminación de las palabras.
Maia Sherwood, directora del proyecto tesoro.pr, explicó que el Tesoro lexicográfico del español en Puerto Rico se publicó en el 2005, luego de una década de trabajo, y que el proyecto digital surgió con el interés de que este recurso estuviera al alcance del público general en la Isla y en el resto del mundo.
“Este proyecto ha tomado un poco más de un año en llevarse a cabo y consiste en exactamente las mismas palabras que se encuentran en la versión impresa, pero sí se ha añadido un contenido que son las etiquetas por campo temático. Nosotros establecimos 42 campos temáticos que vinculan el léxico a ámbitos de la vida que están reflejados en el significado de la palabra. Este es un contenido nuevo”, explicó Sherwood en entrevista con El Nuevo Día.
La lingüista agregó que esta nueva herramienta permitirá al usuario una búsqueda en orden contrario al típico, es decir, desde el significado hacia la palabra. Sherwood recordó que un tesoro lexicográfico es un diccionario descriptivo y no normativo, cuyo fin no es la norma de corrección, sino describir las palabras que se usan en un lugar determinado, en este caso, en Puerto Rico.
“Uno de los valores para el público en general es encontrar palabras que conocen y usan, pero que no están en otros diccionarios, y aquí las pueden validar”, dijo.
Otro de los beneficios de este tesoro es que sirve de herramienta educativa para estudiantes, maestros e investigadores, ya que ayuda a entender un texto, como por ejemplo “La Llamarada”, de 1935, con el significado de la época.
“En ‘La Llamarada’, una palabra como ajorar tiene un sentido que no es exactamente el mismo que tiene hoy, así que te ayuda a identificar significado en el tiempo y eso es muy importante para estudios de textos históricos”, compartió para luego decir que ajorar en el 35 era causar enfado, mientras que ahora se usa como sinónimo de apresurar.
Esta iniciativa de la Academia Puertorriqueña de la Lengua, además, ayudará a identificar el léxico que ha surgido en el siglo 21, pues cada búsqueda se queda archivada para beneficio de los investigadores que pueden saber qué palabras o frases se están buscando en la actualidad.
“Digamos que es un tesoro vivo, y la idea futura es poder actualizarlo constantemente y traerlo al presente, abrir las puertas para añadir todo ese léxico que ha surgido y ha sido recogido, pero no ha sido publicado. La idea en la esta próxima etapa es que el tesoro.pr se convierta en el repositorio más completo y más actualizado del español en Puerto Rico, manteniendo el estilo descriptivo”, indicó Sherwood.
Tesoro.pr ya se puede acceder desde cualquier plataforma y provee enlaces a Facebook y Twitter, que permiten al usuario compartir con sus amigos las palabras que les gusten. La página estuvo a cargo de la compañía puertorriqueña Blimp. La propuesta recibió el respaldo de la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades, la National Endowment for the Humanities, el Sistema Universitario Ana G. Méndez, la Universidad del Turabo, la Universidad Metropolitana y la Universidad del Este. El proyecto gozó también del apoyo de Puerto Rico Top Level Domain y del bufete Adsuar, Muñiz y Goyco.