EDUCACIÓN CREATIVA
Se deben repensar los métodos de enseñanza
Inicia la celebración de la semana Educativa. Como parte de esta festividad, es importante que maestros, administradores y padres se tomen tiempo para repensar en los mejores métodos de enseñanza, al igual que en la forma en que interactúan con los niños y los jóvenes.
La doctora Ivonne Arroyo-Martínez, presidenta Franklin-Covey Puerto Rico, comenta que el doctor Stephen Covey reseñó en su libro ‘El Octavo Hábito’, las destrezas de liderazgo requeridas en el siglo XXI, donde indica que son muy distintas a las requeridas en el pasado.
“La diferencia entre el líder del pasado, el de la Era Industrial y el líder centrado en las relaciones de hoy, es significativa. Antes, el llamado a los líderes era a ' controlar' el ambiente de trabajo (y del salón de clase), supervisar el desempeño y estimular (en algunos casos, hasta intimidar) a trabajar más duro”, explica Arroyo-Martínez.
El opuesto a esto, dice la experta, es el líder de la “Era del Conocimiento”.
“Este tipo de líder tiene la seguridad, humildad, paciencia y destrezas para generar relaciones profesionalmente más cercanas y profundas”, apunta.
Desafortunadamente, asegura Arroyo-Martínez, todavía hoy día existen algunos líderes de la era industrial que utilizan tácticas intimidantes y de miedo para obligar a la gente y a los estudiantes a que se desempeñen.
“Mi invitación es a reflexionar si nos consideramos maestros de la era industrial o si en la escuela a la que asisten sus hijos existen maestros o administradores de la era industrial”, recalca.
Esto es importante porque, subraya la educadora, en una investigación tras otra se documenta la importancia de contar con “líderes de la era del conocimiento” en los salones de clases y en el trabajo, que puedan desatar el talento desde la perspectiva del paradigma de la persona integral.
“El cambio fundamental tiene que ocurrir en el maestro. Lo primero es que, el educador se tiene que visualizar como un líder que está para desatar el talento de sus estudiantes. Para esto, debe dejar de controlar tanto dentro del salón y convertirse más en un facilitador que provea espacios al desarrollo de la creatividad e inteligencias múltiples de sus estudiantes”, enfatiza. Asevera la doctora que lo primero que tiene que hacer un maestro es cambiar la manera en que se relaciona con sus estudiantes, con un enfoque de humildad y paciencia.
“La nueva generación conceptualiza la figura de autoridad de manera diferente. El respeto y la confianza de los estudiantes, el maestro se lo va a ganar por ser un 'líder que deja hacer'”, manifiesta.
Arroyo-Martínez dice que, en tanto el maestro desarrolle destrezas de liderazgo en los estudiantes, estos comenzarán a autorregular su comportamiento y se empoderarán de su proceso de enseñanza.
“Es enseñarles a los estudiantes que asuman la responsabilidad de sus actos”, acota. Explica la experta que el líder de la “era del conocimiento”, crea salones de “alta confianza”. Estos son salones en donde los estudiantes desean estar y quieren regresar. Salones donde hay pocos “issues” de disciplinas y donde los estudiantes tienen una motivación intrínseca.
“Los salones de alta confianza cuentan con un proceso de aprendizaje cooperativo efectivo. En estos, los maestros utilizan planes de enseñanza creativos confiadamente y disfrutan su carrera y vocación, a la vez que experimentan niveles mínimos de estrés negativo”, recalca.
Algunos de los beneficios que se han documentado en la literatura sobre los salones donde reina la alta confianza, incluyen una experiencia educativa positiva y mayor calidad en el proceso de instrucción escolar, entre otros. “La metodología para crear salones de alta confianza, brinda a los educadores las herramientas necesarias para mejorar su relación con los estudiantes a través del desarrollo de la confianza y el profesionalismo”, apunta.
Por tanto, asegura Arroyo-Martínez, los maestros que hoy demuestran mayor efectividad, son aquellos que facilitan una experiencia educativa que alimenta la mente, el cuerpo, el corazón y el espíritu de los estudiantes.
“En este sentido, el fin primordial de crear salones de alta confianza, es convencer a los estudiantes acerca de su potencial, mucho más allá de lo que ellos mismos logran ver en ellos. Es en este punto, que los estudiantes comienzan su transformación de adentro hacia fuera”, dice.
“Tome en cuenta que el término “Alta Confianza” no solo aplica a los salones de clase. Igualmente, podríamos discutir este concepto en el contexto de los deportes, el matrimonio, el departamento de ciencias de su escuela o entre la facultad y la administración escolar, entre muchos otros”, puntualiza la presidenta FranklinCovey Puerto Rico.