Acorralado por la pobreza y el despilfarro
El alcalde Gilberto Pérez Valentín ha dirigido este municipio por más de dos décadas en las que se han afianzado el déficit y la deuda mientras él acumula faltas éticas por su administración
El análisis del estado fiscal y social de Maricao durante los últimos años reflejó que el municipio lleva 14 años en déficit, ocupa la primera posición con el ingreso per cápita más bajo del País y tiene una fuerza trabajadora cada vez más pequeña, según la Oficina del Comisionado de Asuntos Municipales (OCAM) y los indicadores socioeconómicos recopilados por la Oficina del Contralor (OCPR). En promedio, según el Censo 2010, los maricaeños subsisten con $5,327 para todo el año. Esta cifra no es otra cosa que el ingreso per cápita que, comparado con los otros 77 municipios, es el más bajo del país. Este dato se genera al dividir el ingreso total devengado por los habitantes del municipio entre el total de la población municipal.
Una posible explicación para este indicador tan bajo es que la población del municipio apenas sobrepasa las 6,000 personas y más de la mitad de ellas –el 56.4%– vive bajo el nivel de pobreza.
Los datos poblacionales de los úl- timos dos censos, más los estimados del 2010 al 2014 –ambos recopilados por la Oficina del Censo de los Estados Unidos– apuntan a que el promedio de habitantes de Maricao es de 6,212. EL MÁS POBRE. Maricao, administrado por el alcalde novoprogresista Gilberto Pérez Valentín desde 1993, fue incluido en el informe de la Comisión de Descentralización y Regiones Autónomas en el 2013, entre los municipios con el índice socioeconómico más bajo en la región suroeste del País. Los otros municipios que le acompañaron en la lista fueron Guayanilla, Peñuelas, Adjuntas, Lares y Las Marías. El municipio también se destacó entre los de mayor dependencia de fondos federales y la menor actividad comercial e industrial del País. En este último indicador, le acompañan Utuado, Lares y Las Marías, según el informe de la comisión que fue creada por el gobernador Alejandro García Padilla para estudiar la situación socioeconómica de los ayuntamientos. ELOCUENTE EL REGISTRO. Al comparar la suma de contrataciones re-
gistradas por el ayuntamiento con los presupuestos aprobados para los mismos años, entre 2007 y 2010, se advierte que Maricao destinó más dinero en contratos de lo que presupuestó.
Entre 2005 y abril de 2015, Maricao pactó 991 contratos y 546 enmiendas que sumaron a $49.9 millones, según el Registro de Contratos de la OCPR.
Los acuerdos pactados para obras de construcción y reparación de estructuras y vías pú- blicas ocuparon las primeras posiciones con el 71% del peso de las contrataciones en Maricao, según el cálculo de los datos registrados en la OCPR. En un ejercicio hipotético, pues ambas fuentes de datos tienen márgenes de error distintos, ese promedio de habitantes dividido por la suma de importes de contrataciones registradas en la última década, reflejaría que cada ciudadano, sin importar su edad, pagaría cerca de $8,035.