Salud lucha contra la prevalencia del cigarrillo
Aun con dificultades de presupuesto y fondos, lanzan Plan Estratégico para Control del Tabaco
A pesar de que hace diez años la Ley para Reglamentar la Práctica de Fumar en Lugares Públicos fue enmendada para ser más restrictiva, la prevalencia de tabaco no ha bajado dramáticamente como se esperaba, sino que se ha mantenido subiendo y bajando, con un ligero incremento en las últimas estadísticas recopiladas.
Mientras tanto, las autoridades encargadas de luchar por disminuir la prevalencia y ofrecerles servicios a personas que quieran dejar su adicción a la nicotina batallan con un presupuesto más limitado, reducción de fondos federales y un Fondo Especial para el Control de Tabaco prácticamente inexistente.
Aun así, ayer, Día Mundial Sin Tabaco, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía que el consumo de tabaco continúa siendo la principal causa de muerte prevenible, en Puerto Rico se presentó el Plan Estratégico para el Control de Tabaco.
De las seis metas trazadas, una de ellas es la intención de aumentar la edad mínima para comprar productos de tabaco de los 18 años a los 21. La fecha impuesta para esta y el resto de las metas es de aquí al 2020.
“Queremos prevenir y reducir el uso de tabaco en menores de 18 años de edad”, comentó Antonio Cases, director de la División de Control de Tabaco y Salud Oral del Departamento de Salud.
Se espera que, para el 2020, la prevalencia de tabaco en menores baje de 7%a 6%.
Datos de la encuesta Consulta Juvenil (2012-2013) revelaron que un 7.3% (18,318) de los estudiantes indicaron haber obtenido cigarrillos u otro tipo de tabaco en el último mes. Datos de la encuesta estiman que 27,796 adolescentes en el País han probado productos de tabaco y que 17,785 lo habían usado el último año.
Estudiantes de nivel intermedio afirmaron que 27.9% de los adolescentes obtuvieron los cigarrillos mediante sus hermanos o amigos, 23.3% le pidió a alguien que se los regalara, 16.8% le dio dinero a alguien para que se los comprara, 12.5% lo obtuvo de sus padres y 10.9% de otros adultos.
Mientras tanto, entre las metas de Salud para bajar el uso de tabaco en la población igual o mayor de 18 años se destacan esfuerzos de educación, prevención y mayor acceso a programas de cesación de fumar. El objetivo es bajar la prevalencia de 11.3% (2014) a 10% o menos para el 2020.
El plan también incluye promover esfuerzos para aumentar el precio de productos de tabaco, reducir la cantidad de personas expuestas al humo de segunda y tercera mano, bajar la prevalencia de uso de tabaco en poblaciones dispares (donde la prevalencia es de un 23.6%) y crear un Comité Científico Multisectorial bajo la Coalición para un Puerto Rico Libre de Tabaco.
“Tenemos leyes (para controlar el uso de tabaco), pero no se hacen cumplir. Las autoridades encargadas de multar (por incumplimiento a la Ley 40) han sido tímidas en su cumplimiento”, indicó Cases ayer, durante el anuncio del Plan Estratégico.
La Secretaría Auxiliar de Salud Ambiental del Departamento de Salud y la Policía de Puerto Rico tienen a cargo la fiscalización en la implantación de la Ley 40.
Datos de Salud reiteran que el titular de esta agencia está facultado para imponer multas administrativas a las autoridades dirigentes por incumplimiento de este estatuto y su reglamento hasta $250 y de $500 y $2,000 subsiguientemente.
Se desconoce cuántas multas se han emitido por este particular, con cuántos inspectores cuenta actualmente Salud para fiscalizar el cumplimiento de esta ley y cuánto dinero llegó a tener el Fondo Especial para el Control de Tabaco.
Cases refirió las preguntas a la Secretaría Auxiliar de Salud Ambiental, que ayer no contestó la petición de información de este diario. Cases indicó, sin embargo, que actualmente el Fondo está vacío ya que este es uno de los dineros que se utilizan cuando el Fondo General tiene escasez.
Por otra parte, informó que desde el 2013 no se realiza la Cumbre de Control de Tabaco que se hacía anualmente con fondos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades ya que este componente del Departamento de Salud federal ya no les asigna fondos para este particular. Además, comentó que aunque el presupuesto mínimo recomendado para controlar el tabaquismo en Puerto Rico es de $22.2 millones, saben que la realidad fiscal que vive el País provoca que haya gran incertidumbre en cuanto al presupuesto y los recursos con los que podrían contar.
Aun así, Cases indicó que el País es la segunda jurisdicción de menor prevalencia de uso de tabaco, precedido por Utah. Además, hay 21 ordenanzas municipales que restringen el uso de tabaco.
“(Ahora mismo) el Fondo (de Control de Tabaco) no tiene nada porque ese es uno de los que se usa cuando el Fondo General tiene escasez” ANTONIO CASES División de Control de Tabaco y Salud Oral