Guerra en el sur por la droga
El jefe de la Policía, José Caldero, analiza los nuevos retos en combatir la incidencia de asesinatos y la delincuencia en general
El alza en la cantidad de asesinatos registrada en lo que va de año, se debe a varias guerras desatadas principalmente en las áreas de Ponce y San Juan por el control de los puntos de venta de drogas.
El superintendente de la Policía, José Caldero, precisó que las peleas por los puntos en Ponce surgen tras una serie de excarcelaciones de unos sujetos implicados en el narcotráfico, algunos de los cuales fueron apresados durante las intervenciones conocidas como Golpe al Punto o con los acuerdos de colaboración con las autoridades federales.
El jefe policiaco explicó que algunos de los dueños de puntos que estaban tras las rejas están tratando de hacerse del mando de sus antiguas áreas de distribución de drogas. Algunos de estos puntos, explicó, eran “alquilados” por sus dueños antes de empezar a cumplir una condena de cárcel. Pero estos alquileres no se pagaban del todo.
“Ahora andan tratando de recuperar lo que perdieron”, dijo Caldero.
En el caso de San Juan, la guerra es un tanto más tradicional y enfrenta a grupos que operan, principalmente, en las áreas de Vista Hermosa y Barrio Obrero, sostuvo.
“Se han hecho varios planes de trabajo y aumentamos la vigilancia en las áreas donde vemos más el problema. Eso tenemos que ajustarlo a diario porque si ven muchas patrullas ellos se mueven, pero esperamos que poco a poco el asunto se vaya controlando”, dijo el jefe policiaco.
El aumento en las muertes violentas en San Juan y Ponce representa el 88% del alza registrada en lo que va de año. Según los datos de la Uniformada hasta el 3 de agosto, en el 2016 en Puerto Rico se han cometido al menos 386 asesinatos, cifra que representa 59 casos más que para la misma fecha del año pasado.
El otro asunto que ha causado una preocupación en el líder policiaco es el aumento en la cantidad de asesinatos cuyo móvil es clasificado como pasional, violencia doméstica o rencillas. Estos tres renglones, explicó Caldero, suelen estar asociados a conflictos entre parejas o familiares.
“Estos casos son casi imposibles de prevenir puesto que inciden sobre asuntos enteramente domésticos o familiares, lo que habla de la tolerancia que están perdiendo las personas… Nosotros estamos previendo que estaremos terminando este año como con 680 asesinatos. Aunque estamos más alto que el año pasado, tampoco estamos muy por encima. Yo espero que ese número sea aún menos y que en los últimos meses haya una reducción en la incidencia”, dijo Caldero.
OTROS AUMENTOS. Caldero, por otro lado, explicó que el alza que se ve en la estadística sobre las agresiones se debe a que cambió la forma en que se cuentan los incidentes. Por ejemplo, antes una querella por disparos contra un carro contaba como una agresión. Ahora, sin embargo, cuenta dependiendo de la cantidad de pasajeros en el vehículo. Es decir, si en el carro baleado había dos personas, pues en la estadística se añadirán dos agresiones.
En el caso de los robos domiciliarios, ha habido un aumento pero de apenas cinco casos, y en los robos de vehículos a mano armada (“carjackings”) hay una baja de 64 incidentes. Estos dos renglones son importantes para el jefe policiaco puesto que tras la estandarización de esta estadística, este es el primer año en el que hay datos comparativos con los que se puede apreciar el problema.
Igual pasa con el detalle de incidentes que exige el nuevo Sistema Nacional de Informes Basados en Incidentes (Nibrs, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, con la adopción del sistema estadístico percibieron que una gran porción de las apropiaciones ilegales surgen por ratería en las tiendas y en los vehículos.
“En la región de Aguadilla, por ejemplo, la mayor proporción de las apropiaciones ilegales eran por ratería en Wal-Mart, Kmart y sitios así. Muchos de estos aumentos en raterías y apropiaciones son por los problemas económicos que tenemos”, explicó.
Aunque estamos más alto que el año pasado, tampoco estamos muy por encima. Yo espero que ese número sea aún menos”
José Caldero Superintendente