Boricua radicado en San Francisco
Se abre paso en la industria de muebles con la línea Airfold via Esteban Gabriel.
Su inquietud creativa viene desde la infancia. Recuerda que le gustaba dibujar caricaturas y ahora, con 31 años de edad, le siguen cautivando varias facetas del arte. Pero Esteban Gabriel Quiñones Negrón ha ido madurando y evolucionando en sus preferencias profesionales y ahora, el joven, nacido y criado en la Isla, y residente en San Francisco, California, acaba de dar un paso gigante en su futuro profesional que espera sea el inicio de su internacionalización, la presentación de “Air-fold Vía Esteban Gabriel”.
“Recuerdo mi primer proyecto creativo que dio de qué hablar. Tenía 12 años y se me ocurrió combinar un truck car con una máquina de hacer ejercicio, los uní y los vecinos de mi calle se montaban, mientras yo pedaleaba ayudado por las piezas de la bicicleta estacionaria”, dijo el joven.
En esa etapa tenía en mente que podría ser ingeniero mecánico en el futuro, pero curiosamente recuerda que como parte de una campaña publicitaria en la que participó también a esa edad, le preguntaban qué quería ser de adulto y dijo, diseñador industrial. “Como son las cosas de la vida, eso era mi camino y cuando lo encontré no hubo vuelta atrás”, añadió Esteban Gabriel.
Influenciado por un viaje a Italia, Francia y España cuando era adolescente, junto a sus padres y fascinado por la combinación de estilos y ambientes que forman parte del mundo europeo, al graduarse de escuela superior entró a estudiar arquitectura, carrera que encontró muy “demanding”, y no estuvo dispuesto a estar las 24 horas dedicado a esos estudios. Más tarde y al cambiar de universidad, escuchó de las Escuelas de Artes Plásticas y al buscar información, encontró su destino profesional.
“Me sumergí en las artes, jugué con todo, desde pintura hasta escultura en un momento en que el escenario del arte en Puerto Rico estaba dominado por lo conceptual”. Su tiempo como estudiante de bachillerato estuvo repleto de experiencias, incorporándose a movimientos de arte y diseño, participando en diversos proyectos, certámenes y colectivas, destacándose en: “Habitat for Humanities”, Certamen Basuarte, Colectiva “La luz de adelante es la que alumbra” y libro “FRESCOS: 50 artistas puertorriqueños menores de 35”, de Celina Noguera Cuevas, entre otros.
Durante ese tiempo ganó uno de los concursos en que participó, por crear un mueble hecho de cartón, cuyo premio usó para comprar su boleto aéreo y participar en la “Scuola Politecnica di Design” en Milán, Italia, de un taller de verano con los Hermanos Campana. La experiencia de estar con esos famosos diseñadores brasileños en el 2008, fue una trascendental en su carrera.
Como estudiante también empezó a participar de la industria fílmica local, lo que continuó al graduarse de su bachillerato en Artes Plástica en el 2010. Con ellos hacía sets para las grabaciones, oportunidades que valoró pero que le reafirmaron que quería estar en el lado creativo. “Me considero autor, una persona que crea cosas que no se han hecho antes y con esa industria no podía dar rienda suelta a lo que yo quería”, explicó aunque también reconoce que fue vital en su desarrollo profesional
Más tarde trabajó con éxito en importantes proyectos de Fotoperiodismo, ayudado por quien considera un maestro y amigo, el artista Edgardo Larregui. Pero luego dejó que su “hambre de aventura” lo guiara y así llegó por unos días a San Francisco. Allí se dio cuenta de la necesidad de profesionales en diseño industrial y se lanzó a experimentar, de-
cidiendo quedarse y explorando oportunidades de trabajo.
“La gente me veía raro, llevando mi resumé a mano, cuando todo el mundo lo hace online. Al mismo tiempo, y casi recién llegado me matriculé en una maestría en el mismo campo. Aunque no la terminé, por considerar que mucho del material que incluía era repetición de lo que había visto en mi bachillerato, me ayudó a establecerme porque conocí gente y empecé a entender el ambiente de aquí.
En San Francisco ha trabajado en compañías de diseño, aprendiendo sobre el desarrollo de marcas de muebles, pero lo que describe como su obsesión por el proceso producción, desde que se hace el molde hasta ver el producto terminado, es lo que ocupa la mayor parte de su tiempo.
“La línea divisoria entre un artista y un diseñador industrial radica en la producción. El artista piensa su arte -ya sea pintura, dibujo o escultura- como objeto unitario para admirar; su fin es estético. El diseñador industrial piensa su arte como objeto utilitario y funcional, basando su estética en la forma, el material, el color y la técnica de producción para ser fabricado en serie”, indicó.
NACE AIRFOLD VÍA ESTEBAN GABRIEL
En el 2015 creó Esteban Gabriel Diseño Industrial, como una práctica de diseño, para desarrollar la estética en lenguaje original que podría aplicarse a cualquier forma de expresión de diseño.
Uniendo experiencia, creatividad, esas ganas inmensas de producir y una buena dosis de sueños y confianza en su talento, el diseñador industrial acaba de presentar en la Feria “West Coast Craft”, de San Francisco, su propuesta de mesas, donde todos sus componentes, incluyendo el tope y los soportes están fabricadas con capas de superficie sólida.
La idea de la línea de mesas la desarrolló pensando en la estructura aerodinámica de botes, aviones y submarinos, creándolas con el interior del tope y las patas huecas, buscando balance entre la estructura y la capacidad de contener el espacio vacío.
La serie, creada con un concepto de piezas desarmables, fácil de ensamblar, se puede personalizar por color y tamaño.
Estaban Gabriel no se detiene, ese logro representa un paso en su carrera, no la meta. Por lo tanto, continúa trabajando en el catálogo de sus nuevos muebles y sueña con el momento que pueda regresar a Puerto Rico donde presentó recientemente obras en la Galería Proyecto Local de Guaynabo
“Esa es mi base y con eso no me pierdo. Allí están mis padres Milly Negrón y Carlos Quiñones, a quienes agradezco todo y la influencia que han tenido en mi, también está toda mi familia, y mis amigos. Se que la Isla pasa por un momento difícil y en mi mundo ideal espero lograr tener un taller de producción allá para exportar a otros lugares, pero claro, también sueño con tener mi estabilidad económica como profesional y comprarme en mi Puerto Rico una casa con piscina, que será mi residencia principal”, concluye.
Para información adicional sobre el trabajo de Esteban Gabriel pueden escribir a estebangabriel.id@gmail.com o acceder a http://www.esteban-gabriel.com/ .