La estadidad también tiene un precio
Hago referencia a la carta del Sr. Hipólito González publicada recientemente, en la cual menciona que la participación en los Juegos Olímpicos puede ser negociada bajo la estadidad, y que lo verdaderamente importante para nuestro pueblo es obtener los beneficios económicos que nos traería la estadidad.
Obviamente, el lector, como la gran mayoría de los estadistas, viven bajo el engaño de las supuestos beneficios económicos bajo la estadidad.
Le sugiero al lector que lea el reciente informe del General Accountability Office del Congreso Federal con resultados devastadores para la estadidad, y que ningún economista de prestigio se ha atrevido a refutar.
¿Por qué no mencionan los entre $7,200 millones y $11,600 millones en contribuciones sobre ingresos que entre los individuos y las corporaciones tendríamos que pagar al Gobierno Federal?
Estas cifras se quedarían cortas por sobre $4,000 millones aun tomando en consideración los aumentos recibidos en fondos federales.
Entiendo que esta es la razón principal por la cual no vemos economistas de prestigio defendiendo las “ventajas económicas” de la estadidad.
Esto es sin mencionar lo que pasaría con las empresas operando en Puerto Rico como empresas foráneas cuando ya no lo puedan hacer bajo la estadidad, y a su vez se enfrentan a los altos costos de transportación, tanto de su materia prima y productos terminados, y de nuestros altos costos por energía.
Ni hablemos de negociar la participación en las Olimpiadas.
Estadidad significa igualdad en todo. Estadidad, ilusión de ingenuos. Elí Tilén Mayagüez