LA BÚSQUEDA DE ATENCIÓN Y CARIÑO
Cuando hay más de un perro en la casa, debes evitar situaciones que provoquen celos
Frecuentemente, cuando estoy acariciando a uno de mis perros, viene otro y se mete en el medio. Y, de vez en cuando, el primero demuestra su descontento con un medio gruñido. ¿Serán celos? Usualmente, el que gruñe es el más débil de los dos y, posiblemente, es el único escenario donde se observa este tipo de comportamiento. Tenemos que recordar que si hay un perro más fuerte que otro, es posible que el único momento donde le prestas atención al más débil es cuando se acuesta en el sofá al lado tuyo o en tu falda. Este comportamiento es natural, pero no debemos fomentarlo pues en un hogar con varios perros, puede convertirse en agresión peligrosa. Aquí, algunas recomendaciones sobre qué hacer:
Es importante dejarle saber a los perros que somos los que mandamos y que decidimos a quién y cuándo le toca la atención.
De primera instancia, se puede aplicar una regla de cero perros en los muebles. Sobre todo, si estar en el sofá con uno es lo que desencadena el comportamiento. Si permites que suban y observas un comportamiento negativo, lo bajas de inmediato. Esto cambia su estado mental. A la misma vez, va a ir entendiendo que la consecuencia de ese comportamiento es lo contrario a lo que él desea. Otra manifestación es cuando se acuesta a tus pies. No lo permitas, te sacudes, lo llevas a otro lugar o sencillamente te levantas.
Hay que ser consistentes por lo que, de la misma manera, no se le debe permitir al otro perro colarse y robar tu atención cuando estás atendiendo al primero. No le permitas a ninguno de los dos ser posesivo contigo. Cuando uno trate de colarse, bloquéalo con tu cuerpo, dile “no” u ordénale sentarse.
Es importante trabajar obediencia básica. Todo perro debe aprender a sentarse, acostarse y quedarse quieto por lo menos por unos 20 minutos o más, sin distracciones. Cuando comiences a entrenarlos, empieza con periodos de 15 segundos. Más aun, todo perro debe aprender a sentarse, venir cuando es llamado y esperar pacientemente antes de comer o de salir por puertas, como cuando van a salir a pasear. Perros bien entrenados son más respetuosos con sus dueños y tienen un nivel más alto de control propio.
Es importante acordarnos de recompensar el comportamiento calmado de ambos perros. Cuando estés repartiendo golosinas, recompensa el comportamiento de calma. Cuando regresas del trabajo, dale atención al que no está brincando. Si ves a uno de ellos tranquilo en su cama, acércate y elógiale. Y aunque es obvio, es importante asegurarse de que todos se ejerciten adecuadamente.