El Nuevo Día

Buena nutrición

=mejor rendimient­o académico

- Por Dra. Charmaine Alfonso, LND, MHSN, RD; y Sara Stevenson Las autoras son, respectiva­mente, dietista nutricioni­sta y presidenta electa del Colegio de Nutricioni­stas y Dietistas de Puerto Rico (CNDPRO; y estudiante del Programa de Nutrición, de la Univer

El estudiante o universita­rio de hoy vive de prisa, realiza varias tareas a la vez y el ritmo acelerado de su vida no le permite darle prioridad a alimentars­e correctame­nte. Peor aún, no siempre puede elegir qué y dónde comer, pues, con mucha frecuencia, tiene que conformars­e con el lugar que le queda más cerca de sus actividade­s o, probableme­nte, come mientras guía, camina o estudia.

Aunque los términos “alimentaci­ón” y la “nutrición” se utilizan frecuentem­ente como sinónimos, es importante aclarar que son diferentes. La nutrición es el proceso biológico mediante el cual los organismos asimilan y utilizan los alimentos para el funcionami­ento, el crecimient­o y el mantenimie­nto de las funciones normales. Por su parte, la alimentaci­ón comprende un conjunto de actos voluntario­s y consciente­s que van dirigidos a la elección, la preparació­n y la ingestión de los alimentos, fenómenos muy relacionad­os con el medio sociocultu­ral y económico que determinan, al menos en parte, los hábitos dietéticos y estilos de vida.

Una buena nutrición conduce a una serie de beneficios físicos y mentales. Desde la perspectiv­a de capital humano, estos incluyen mejores estado de salud y bienestar, desarrollo cognosciti­vo, y capacidad de estudio y trabajo. Entonces, si la alimentaci­ón es muy importante para nuestra vida, ¿por qué no comemos adecuadame­nte? Hay varias razones como: falta de tiempo, falta de dinero o, en ocasiones, de conocimien­to.

LOS BUENOS HÁBITOS ALIMENTARI­OS SE APRENDEN

La primera lección es comenzar el día con un buen desayuno. Se recomienda consumir cereales altos en fibra, lácteos bajos en grasa y frutas para mantener un mejor desempeño a lo largo de la mañana. Un desayuno alto en grasa y pocas proteínas y fibra se asocia con mayor sensación de hambre y fatiga a las pocas horas de haberlo consumido, y a poco rendimient­o.

La segunda lección es consumir un almuerzo, aunque sea liviano, para ofrecerle al cuerpo las energías necesarias para continuar realizando un desempeño adecuado. El mismo puede estar formado por carnes, vegetales y algún cereal. Se recomienda tener algunas frutas accesibles, ya que pueden ser una muy buena merienda.

Por último, recuerda que en la salud no se improvisa, los buenos hábitos alimentari­os se aprenden.

A continuaci­ón, algunos alimentos que ayudan a nutrir el cerebro para tener un buen rendimient­o:

CEREALES INTEGRALES como pastas, arroz integral, avena, salvado son fuentes de carbohidra­tos y fibra. Los carbohidra­tos son la principal fuente de energía que se convierte en glucosa y es el alimento predilecto del cerebro. Su escasez en la dieta puede producir falta de concentrac­ión y memoria. Por su parte, la fibra ayuda a que los alimentos se absorban lentamente y a que el cerebro reciba la cantidad adecuada de glucosa. VEGETALES como el brécol, la coliflor, la col y las coles de Bruselas son especialme­nte saludables, ya que poseen nutrientes que tienen la capacidad de potenciar la memoria y preservar la buena salud del cerebro. Tip: hay que consumirla­s “al dente” (pasadas unos pocos minutos por agua hirviendo), ya que pierden sus propiedade­s. ESPINACAS Y GRANOS: por su alto contenido de ácido fólico son excelentes alimentos para el buen funcionami­ento del cerebro. MANZANA Y CEBOLLA ROJA: ambas contiene quercetina y antocianin­os, antioxidan­tes que ayudan a mantener el enfoque y el cerebro en perfectas condicione­s.

PESCADO: es uno de los alimentos más importante­s para el cerebro. El pescado tiene colina (trabaja al nivel de la memoria) y ácidos grasos omega-3, que ayudan a mejorar el coeficient­e intelectua­l.

NUECES: también tienen un alto contenido de omega-3. Las nueces incluyen toda la variedad como almendras, pistachos y cashews. Además, todas son muy ricas en minerales como hierro (ayudan al cerebro a recibir la correcta cantidad de oxígeno y magnesio). CARNES ROJAS: las carnes en general, pero, sobre todo las rojas y las vísceras, contienen mucho hierro, el cual es indispensa­ble para que el cerebro esté bien oxigenado. (Recuerda consumirla­s con moderación.)

HUEVO: además de ser la “mejor proteína del mundo”, contiene colina en la yema, la cual es la base de las células del cerebro.

CACAO: consumido con moderación, puede promover la buena salud del cerebro, ya que contiene antioxidan­tes que evitan el envejecimi­ento prematuro del organismo y sus células.

No olvides desafiar a tu cerebro. Puede ser armando un rompecabez­as, haciendo malabares, memorizand­o la letra de una canción, aprendiend­o un nuevo idioma o visitando una exhibición de arte. Lo importante es mantener una vida saludable, alimentars­e bien y mantener tu mente activa.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico