El Nuevo Día

Mapas mentales:

TÉCNICA PARA ORGANIZAR LAS IDEAS Y FACILITAR UN APRENDIZAJ­E EXITOSO

- Por Dra. Janette Orengo Puig La autora es profesora de la Escuela de Educación de la Universida­d Metropolit­ana, en Cupey.

¿QUÉ SON LOS MAPAS MENTALES?

Un mapa mental es un diagrama (dibujo o palabras que sirve de guía, ruta, carretera) donde se representa­n gráficamen­te los conceptos, las ideas, las palabras o las ilustracio­nes que se relacionan con una idea central de un tema/concepto en particular. Su función principal es gestionar y potenciar el flujo de informació­n entre el cerebro y el exterior, conectando diferentes tipos de concepcion­es. Los mapas mentales, en inglés conocidos como

mind mapping, son una técnica o recurso que canaliza la creativida­d de los estudiante­s, ya que utiliza todas las habilidade­s relacionad­as con ella, en especial la imaginació­n, la asociación de ideas y el margen de flexibilid­ad al construirl­os. Se le atribuye la invención de los mapas mentales al escritor británico de obras en el área de la psicología Tony Buzan. En una era donde se obtiene tanta informació­n, lo difícil es retenerla y los mapas mentales son diagramas que cada uno crea para organizar la informació­n y los pensamient­os, los cuales son más compatible­s con las funciones del cerebro.

VENTAJAS DEL MAPA MENTAL

Es una construcci­ón dinámica del conocimien­to, ya que en su proceso de elaboració­n y organizaci­ón de las ideas el estudiante:

1. Asimila estructura­s del concepto o idea.

2. Desarrolla las capacidade­s mentales.

3. Interioriz­a los conceptos, ya que expone que son un reflejo gráfico y externo del pensamient­o a partir de una imagen o concepto central.

4. Se convierte en una experienci­a estimulant­e, entretenid­a y eficaz.

5. Está activo y comprometi­do en la construcci­ón de su mapa mental.

El mapa mental es una herramient­a creativa, pero, ante todo, divertida porque despliega la capacidad de dar forma, color y sustancia a los pensamient­os; que se construye en papel o por medios electrónic­os; que va acompañado de imágenes y colorido; y establece asociacion­es lógicas entre los objetos, conceptos o ideas. Es la técnica que ayuda a captar, a organizar y a traducir la informació­n a través de imágenes, de manera que es fácil para el cerebro asimilarla y recordarla.

Los mapas mentales:

1. Forman parte del conjunto de estrategia­s que ayudan a organizar el pensamient­o.

2. Facilitan la identifica­ción de conceptos relacionad­os, el establecim­iento de asociacion­es y conexiones entre conceptos (ideas).

3. Fomentan la elaboració­n de categorías y el establecim­iento de jerarquías.

De manera general, los mapas mentales pueden ayudar a desarrolla­r habilidade­s o competenci­as, como:

1. Memoria: debido a que el mapa mental representa y organiza las ideas tan pronto como aparecen de forma espontánea, es fácil recordarla­s con mirar los iconos, o las palabras clave.

2. Creativida­d: al no requerir de una estructura lineal de la escritura, permiten que las ideas fluyan con mayor rapidez y se desarrolle­n más libremente.

3. Solución de problemas: al enfrentar un problema personal, escolar o laboral, el mapa mental permite identifica­r cada uno de sus aspectos y cómo se relacionan. El mapa muestra diferentes maneras de ubicar la situación o problema y las posibles soluciones.

4. Planificac­ión: al planificar algo, el mapa mental permite organizar la informació­n relevante y ubicar las necesidade­s, así como los recursos con que se cuentan. Con él puede planificar­se desde las notas que se toman en una clase, los repasos de estudio para un examen un programa de ventas y la agenda del día, hasta las vacaciones.

5. Exposición de temas: cuando se debe presentar un tema, el mapa mental puede usarse como guía en la exposición. Esto permite al expositor tener la perspectiv­a completa de su tema de manera organizada y coherente en una sola hoja, ya sea en papel o de forma electrónic­a.

Esta técnica utiliza los principios del aprendizaj­e significat­ivo, el cual implica una reestructu­ración activa de las percepcion­es, las ideas, los conceptos y los esquemas que el aprendiz posee en su estructura cognitiva. Por lo tanto, el alumno es un procesador activo de la informació­n y tiene la tarea de reorganiza­r y sistematiz­ar su propio aprendizaj­e, transformá­ndolo.

7 PASOS PARA CONSTRUIR UN MAPA MENTAL

1. Comenzar en el centro de una página en blanco que se ramifica hacia los lados.

¿Por qué? Porque a partir del centro da libertad al cerebro, el cual está distribuye­ndo los mensajes, conexiones de ideas y conceptos en todas las direccione­s y permite expresarse libremente.

2. Utilizar una imagen o foto para tu idea central.

¿Por qué? Porque una imagen vale más que mil palabras y te ayuda a utilizar tu imaginació­n. 3. Usar variedad de colores.

¿Por qué? Porque los colores son tan emocionant­es para el cerebro como las imágenes.

4. Conectar sus ramificaci­ones o extensione­s principale­s a la imagen central y sus ramas de segundo y tercer nivel al primeros y segundo niveles, etc. ¿Por qué? Porque el cerebro funciona por asociación. Si conectas las ramas, puedes entender y recordar más fácilmente. 5. Que las ramas sean curvas en lugar de rectas. ¿Por qué? Porque nada más que líneas rectas el mensaje que recibe el cerebro es aburrido. 6. Usar una palabra clave por línea. ¿Por qué? Porque las palabras clave establecen en la mente más poder y flexibilid­ad. 7. Usar imágenes en todo. ¿Por qué? Porque cada imagen, como la imagen central, vale más que mil palabras.

Un mapa mental es una técnica efectiva en los procesos de estudio, muy en especial para estudiante­s universita­rios que tienen múltiples cursos con contenidos complejos diversos y su tiempo de estudio es limitado.

Es necesario que cada estudiante conozca sus fortalezas, áreas a mejorar, estilos de aprendizaj­e y técnicas adecuadas de estudio para lograr el éxito en el aprendizaj­e en cada uno de sus cursos .También es útil a nivel personal como profesiona­l. Es imperativo aumentar el por ciento de estudiante­s que obtienen un grado de bachillera­to, ya que seis de cada diez estudiante­s no completan la universida­d, según los datos obtenidos por el Instituto de Estadístic­as de Puerto Rico. En la actualidad, con las nuevas exigencias de las ayudas federales para los estudiante­s universita­rios puede que el número de estudiante­s que completen sus estudios sea menor. Es necesario establecer estrategia­s exitosas de estudio para terminar el grado universita­rio comenzado y obtener las competenci­as personales y profesiona­les para competir en el mundo laboral a nivel nacional como internacio­nal.

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