JAIME ESPINAL Y FRANKLIN GÓMEZ SALEN A DAR LA LUCHA
Jaime Espinal sale hoy a intentar convertirse en el primer boricua en la historia doble medallista olímpico
Jaime Espinal, abanderado y pasado medallista en Londres 2012, y Franklin Gómez, entrarán a la contienda hoy y mañana, respectivamente. RÍO DE JANEIRO. - Los luchadores boricuas Jaime Espinal y Franklin Gómez llevan ya en esta ciudad casi dos semanas pero no fue hasta hace unos días que finalmente pudieron sentirse que están en los Juegos Olímpicos Río 2016, y ya finalmente les llega su momento de vivir en carne propia el sabor de la competencia.
Luego de vivir la experiencia de la ceremonia de apertura de los Juegos, en la que Espinal fue el abanderado de Puerto Rico, ambos fueron acuartelados en el Centro de Educación Física Almirante Adalberto Nunes en las afueras de la región donde se llevan a cabo la mayoría de los eventos deportivos, y no fue hasta bien reciente que ingresaron formalmente a la Villa Olímpica para sentir el calor de la camaradería de la delegación así como la solidaridad mundial que se vive al convivir con otras naciones.
“Nos hubiera gustado estar aquí para el logro de Mónica (Puig) y también para estar con los compañeros cuando no les fue bien. Quizás uno podía decirles unas palabras. Ellos ven a uno como ejemplo por la experiencia que tenemos”, admitió Espinal.
Pero el peleador y su inseparable amigo Gómez comprendieron muy bien las razones por las cuales fueron acuartelados. Era necesario que se mantuvieran en entrenamiento fuerte, en especial el segundo, quien desde ya más o menos una semana ha estado sumido en un proceso para bajar unas 15 libras con tal de poder dar el peso para combatir en su categoría de los 65 kilogramos (143 libras) mañana.
Explicó Gómez que bajar todo ese peso no es algo nuevo para él ni para ningún luchador. También dijo que por su tamaño no está tampoco en una buena posición para subir a la categoría siguiente, la de 74 kilogramos (163 libras), porque no llegaría a ese peso en buen nivel.
“Estoy a dieta. Tomando mucha agua y haciendo mucho ejercicio. Muchos luchadores lo hacen también. Muchos bajan más. Para mí es ventaja bajar menos. Lo veo como algo que es necesario. La lucha es un deporte difícil antes y después de los combates”, indicó el peleador que en Londres 2012 combatió en la categoría de los 60 kilogramos (132 libras) y que hace más o menos dos años subió una división. Amplió que cuando comenzó el proceso de bajar para dar el peso, rondaba los 72-73 kilogramos (158-160 libras).
Espinal, quien sale al campo de batalla hoy intentando convertirse en el primer boricua en la historia en ganar dos medallas olímpicas, dijo que en su caso solo tuvo que bajar entre cuatro a
JAIME ESPINAL Luchador
seis libras, pero que ellas son algo que normalmente hace sin mayores problemas el mismo día del pesaje. Consultado si bajar tantas libras en un día es peligroso, y si el caso de Gómez también es desventajoso, Espinal señaló que no, que es norma en la lucha.
“Todo el mundo lo hace así. Lo hacemos mal (bajar de peso de cantazo) con un propósito. Lo que pretendemos es deshidratarnos porque cuando te deshidratas bajas de peso, en una hora, 10 libras. Pero a la (vez) que comas y bebas, vas para arriba otra vez. Y como en la lucha solo se pesa un día, uno quiere poder pesar lo más que puedas al otro día para la pelea”, explicó Espinal, quien combatirá en la categoría de 86 kilos (189 libras).
FRANKLIN PELEARÁ MAÑANA. Así las cosas, ya en sus respectivos procesos finales que los encaminan a sus días de combates aquí en Río, para Espinal hoy y para Gómez mañana, ambos dijeron estar listos para intentar dar a Puerto Rico un par de medallas que acompañen la cosecha iniciada por Puig el sábado pasado.
“Estamos listos. Enfocados”, dijo Gómez en el típico estado de serenidad por el cual se le conoce.
Mientras, Espinal apuntó a que su compañero será el gran ‘underdog’ de la lucha en estos Juegos.
“Frankie es aquí lo que yo era en Londres. Un underdog. Digo eso en términos de la atención de Puerto Rico. La atención general está puesta ahora en mí, pero para el mundo de la lucha, la atención está puesta en él porque él ha sido el luchador más consistente de nosotros. Yo soy de rachas”, precisó Espinal.
Ahora bien, Espinal aspira grandemente a buscar una medalla en estos Juegos. Esto porque quiere convertirse en el primer atleta del olimpismo boricua en ganar dos medallas en este escenario.
“No prometo nada, pero quiero mi oro. Quiero una medallita. Eso estaría bueno”, dijo Espinal.
“Yo vine aquí con varios temas en los que estoy competitivamente positivo en mi cabeza. El primero era ser la primera medalla de oro. Eso estaba en mi corazón y lo quería. Pero ahora que Mónica lo logró primero que yo, pues ahora digo que espero que ella no esté mucho tiempo sola ahí en eso de ser la única. Así que eso es una motivación positiva que tengo”, agregó diciendo que antes él era la motivación de todo el equipo, pero que ahora Mónica es su inspiración.
La opción de ganar una medalla, sin embargo, no será tan fácil. En el sorteo para su combate inicial, Espinal fue pareado con el turco Selim Yasar, quien fuera subcampeón del pasado Mundial Las Vegas 2015 y quien luego fue el octavo clasificado del torneo europeo 2016. El combate será el cuarto en el mattress C en la jornada que comenzará a las 9:00 a.m. hora de Puerto Rico.
De ganar en ese primer combate, correspondiente a la ronda octavos de final, Espinal avanzaría a cuartos de final para combatir ante el ganador del duelo entre el cubano Reineris Salas o el coreano Kim Gwan-uk. Salas fue el ganador de la medalla de plata en los Juegos Panamericanos Toronto 2015 y campeón en el Panamericano de Lucha de 2014 en México. Gwan-uk, por su parte, no luce ser, en principio, un gran reto ya que no ha sido campeón de su región y terminó decimonoveno en Las Vegas 2015, evento en el que Espinal no tuvo una buena salida finalizando 34.
Y de ganar esos combates seguirían en lucha en la jornada ya que las medallas del evento se definen en la misma velada.
El pareo de Gómez no había sido anunciado al cierre de esta edición.