Combo familiar vitoreando
Los padres, la hermana, un primo y una tía del clavadista están en Río en apoyo al clavadista
RÍO DE JANEIRO. - Rafael Quintero habrá clasificado a las semiginales sin problemas en su debut olímpico, pero su familia estaba en las gradas que no podía con los nervios.
Minutos antes de que iniciara la competencia de plataforma de clavado en plataforma de 10 metros, sus familiares se acomodaron en las gradas del Centro Acuático. Nerva Díaz, madre de Quintero, no paraba de moverse en la silla amarilla.
“¿Nerviosa? No… qué va”, dijo con ironía dejando escapar una risa entrecortada.
Claro, reconoce que son veteranos en esto, ya que han guiado a Quintero desde que sus primeros pasos en el evento de clavado. Sin embargo, confesó que siempre terminan en ese estado cuando compite su “nene”.
“Sí, mi nene, aunque tenga 40 años”, exclamó Díaz sobre el clavadista de 22 años recién cumplidos el 24 de julio.
También estaban allí el padre, Rafael Quintero Castro y la hermana del clavadista, Andrea; su primo Eric Díaz y su tía Marisol Díaz.
Tan pronto lo presentaron, gritaron su nombre con emoción, aunque no por mucho rato. La ansiedad se apoderaba de ellos.
“Tengo el corazón que no puedo”, suspiró Díaz cuando su retoño subió a la plataforma para la primera ronda. Celebraron el salto, pero no tan fuerte como el segundo. Ahí sí que gritaron y saltaron al punto que capturaron la atención de toda la sección de las gradas. Sabían que había vuelto el Quintero que conocen. Ya para el tercero respiraban con más calma y después del cuarto hasta conversaban sobre los resultados de los otros clavadistas.
“Ya estamos adentro, ya estamos”, decía Díaz antes del quinto salto.
En efecto. Su hijo ya estaba entre los mejores 10 con una ventaja cómoda para entrar finalmente en los 18 que avanzaron a la semifinal.
“Muchos nervios, mucha tensión, pero ya por lo menos pasamos la primera de las tres pruebas. Eso es muy importante”, manifestó Díaz.
Por su parte, el padre del atleta manifestó que “sí soñamos que iba a estar en las Olimpiadas. Siempre trabajó duro para esto. La fe nunca se pierde. Estamos aquí celebrando y esperando el próximo paso”.
Para Quintero fue importante contar con su familia en las gradas.
“Cada vez que pasaba por la plataforma miraba a ver si los veía a ellos aplaudiendo o lo que estuvieran haciendo”, afirmó Quintero después de competir.
“Definitivamente ha sido muy bueno tenerlos aquí porque no es solo un logro mío, sino de ellos también por todo su sacrificio y todo su apoyo”.
“Ha sido muy bueno tenerlos aquí porque no es solo un logro mío, sino de ellos también por todo su sacrificio y todo su apoyo” RAFAEL QUINTERO Clavadista