Bajo amenaza real el insecto estrella
El cucubano, que solía abundar en las montañas de la Isla, podría estar en peligro de extinción
Las amenazas a las que ha estado expuesto el cucubano al menos desde mediados de siglo pasado son lo suficientemente reales para teorizar que el insecto –característico por su bioluminiscencia– está en peligro de extinción, aunque no existan estudios científicos que lo confirmen.
Para la entomóloga Rosa Amelia Franqui, catedrática de la Estación Experimental Agrícola del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPR), la deforestación y destrucción de hábitat son las principales de esas amenazas.
El uso de plaguicidas, particularmente aldrín y dieldrín, también ha contribuido a lo que Franqui describió como una “reducción drástica” en la población del cucubano (Pyrophorus luminosus).
La introducción de “enemigos naturales” es otro factor a considerar. Franqui contó que cuando la industria del azúcar era clave en la economía puertorriqueña, se introdujo la especie conocida como sapo de Surinam (Pipa pipa) para controlar las poblaciones de gusanos blancos que crecían en las raíces de la caña.
“Pero resultó que este enemigo natural se alimentaba más del cucubano que de los gusanos blancos de la caña. Así lo confirmaron estudios de contenido estomacal que se le realizaron”, dijo la experta, quien dirige el Museo de Entomología y Biodiversidad Tropical, ubicado en el Jardín Botánico Norte de la UPR.
Como quinta amenaza al cucubano, Franqui mencionó la contaminación lumínica, cuyos altos niveles en zonas urbanas y rurales de la Isla impactan directamente la bioluminiscencia terrestre y acuática.
“Antes se decía que Puerto Rico estaba lleno de cucubanos, pero ahora apenas se ven. Se ha probado que las amenazas que enfrenta son reales. Oficialmente no está listado como una especie en peligro de extinción, pero de acuerdo a nuestro récord histórico y biológico podríamos afirmarlo”, indicó la entomóloga. ¿QUÉ HACER? Tras destacar que el Pyrophorus luminosus es una especie endémica de Puerto Rico, Franqui urgió al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y al Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS, en inglés), entre otras agencias, a liderar esfuerzos dirigidos a corroborar si está en peligro de extinción.
Instó, asimismo, a que organizaciones ambientales y comunitarias desarrollen proyectos de restauración de hábitat, y destacó el esfuerzo del Proyecto Avatar en el cañón Las Bocas de Barranquitas.
“Las universidades también tenemos que hacer nuestras investigaciones”, dijo Franqui.
Relató que la Universidad de Virginia realiza un estudio a tres años sobre los efectos de la luz artificial en las luciérnagas, insectos parecidos al cucubano. La teoría de los investigadores es que la baja poblacional de luciérnagas en ese estado se debe a que la contaminación lumínica interfiere con el comportamiento de apareamiento de la especie, que ocurre en la oscuridad.
“Es posible que la extensión artificial de la luz del día hasta la noche esté interrumpiendo el ciclo de luz/oscuridad de las luciérnagas y consecuentemente su comportamiento. En otras palabras, la contaminación lumínica está interfiriendo con la única función biológica que garantiza supervivencia”, comentó, al apuntar que la teoría de esta investigación bien puede extrapolarse a Puerto Rico.
Otro estudio de la Universidad de Virginia encontró que la especie de luciérnaga Photuris versicolor ha dis-
minuido sus poblaciones en predios experimentales iluminados con luces LED en comparación con los no iluminados. En resumen, se halló que en predios iluminados las luciérnagas hembras y machos destellan menos, por lo que son menos eficientes consiguiendo aparearse.
“En Puerto Rico tenemos el mismo problema de contaminación lumínica, que se agrava con las otras amenazas de deforestación, destrucción de hábitat, insecticidas y los enemigos naturales. El comportamiento de las luciérnagas en Virginia es prácticamente el mismo que el del cucubano aquí”, reiteró.
Aparte de restauración de hábitat, Franqui dijo que para llevar la población del cucubano a un nivel óptimo, pueden desarrollarse proyectos de crianza artificial, designación de reservas especiales y restricción al uso de plaguicidas.