CORTAN EL EFECTIVO DEL PAN
Desde octubre, más de un millón de beneficiarios del programa federal verán una reducción escalonada de 5% cada año hasta su total eliminación en 2020
El dinero en efectivo que reciben los indigentes en Puerto Rico como parte de los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) será eliminado por orden del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
La determinación fue tomada a pesar de que un estudio encomendado por la propia agencia estadounidense concluyó que tal acción sería perjudicial para cerca del 65% de los beneficiarios del PAN en Puerto Rico que no tienen ingresos alternos a la ayuda federal y que, con el cambio, tendrán que ingeniárselas para obtener todo aquel artículo que no constituya comida.
La eliminación por completo del beneficio de dinero en efectivo será para inicios del año fiscal federal 2020-2021. No obstante, los efectos de la orden comenzarán a sentirse dentro de seis semanas. Específicamente, a partir del 4 de octubre, los beneficiarios sólo podrán extraer de la tarjeta de la familia el 20% de sus depósitos. Actualmente los participantes pueden retirar hasta el 25% del dinero en efectivo.
El plan es que anualmente se reduzca el efectivo que tienen disponible los beneficiarios del PAN en un 5% hasta eliminarse por completo.
Según datos de la Administración de Desarrollo Socioeconómico de la Familia (Adsef), para el mes de julio en Puerto Rico había 1,281,978 individuos que se benefician del PAN. El promedio de dinero que recibe una familia de cuatro personas es de $240 mensuales, de los cuales $60 pueden extraer en efectivo. Esa cantidad bajará a $48 a inicios de octubre de este año, a $36 en el 2017, a $24 en el 2018, a $12 en el 2019 ya $0 en el 2020.
“Se nos está dando tiempo para hacer la transición. Eso es, en parte, reconociendo que este cambio va a representar unos ajustes en términos del uso de estos beneficios. Es importante que se reconozca que Puerto Rico no cuenta con otras ayudas que permitan a las familias atender esas necesidades básicas que estaban cubriendo con la porción en efectivo. Por eso creo que se está haciendo de forma gradual la eliminación”, dijo Marta Elsa Fernández Pabellón, jefa de la Adsef.
Al hablar de las necesidades básicas, Fernández Pabellón se refería a los artículos que no son comida y que normalmente se compraban con la porción del efectivo, a pesar de que la ley federal exige que el 100% de los fondos se usen para comprar alimen- tos, algo que fue enfatizado en el 2014 en una revisión del la ley pública de agricultura federal.
Un informe del USDA titulado “Examen de los beneficios en efectivo del Programa de Asistencia Nutricional en Puerto Rico” detalla que el 46% de los beneficiarios del PAN usaron el efectivo disponible para comprar artículos de limpieza como detergente de ropa y jabón para lavar platos. Por el otro lado, el 41% usa el dinero para productos de higiene personal como pañales, jabón y papel sanitario. Otros beneficiarios también dijeron usar el efectivo para comprar medicinas, cubrir gastos de renta y adquirir gasolina, entre otros artículos.
“Dificultades no relacionadas a la comida y que surgen a consecuencia de la eliminación del efectivo, aunque hayan sido identificadas por el estudio, no sirven de base para una excepción”, expuso el secretario de Agricultura estadounidense, Thomas J. Vilsack, en una carta dirigida a la secretaria de la Familia, Idalia Colón ,y a la jefa de Adsef el 4 de agosto.
Se trata de una decisión que ha sido objetada administrativamente por el comisionado residente Pedro Pierluisi. “Les he comunicado a los funcionarios de alto rango del USDA que estoy en total desacuerdo con su interpretación de la ley”, dijo.
No obstante, en la misiva, Vilsack rechazaba hasta los pedidos de excepción hechos por el Departamento de la Familia. La agencia había solicitado que las familias con individuos de 60 años o más, los incapacitados y las personas sin hogar mantuvieran el beneficio de efectivo, explicó Colón.
En la carta, el funcionario federal también le exige a la Adsef que establezca en un periodo de 30 días –que se cumplen el 5 de septiembre– un plan para las primeras etapas de la eliminación de la asistencia en efectivo. Si esto no se cumple, el USDA podría suspender las transferencias del PAN a Puerto Rico, se advierte.
“El Servicio de Alimentos y Nutrición (dependencia adscrita al USDA) está trabajando con el Departamento de la Familia y se sienten confiados de que va a someterse un plan para este primer paso en esta reducción pro-
“No es que se va a reducir el PAN. Es que se va a bajar la porción que pueden sacar en efectivo” IDALIA COLÓN Secretaria de la Familia
gresiva del efectivo”, manifestó Christopher Kelly, portavoz de la Región de Mediano Atlántico del USDA.
Colón, por su parte, afirmó que para el 1 de julio la agencia sometió, como cada año, el plan de la agencia en el uso del PAN al USDA. Este plan, sin embargo, está siendo enmendado para acoger la nueva realidad de la eliminación paulatina del efectivo.
“Esto incluye los ajustes operacionales y el proceso de comunicar el cambio a los beneficiarios. Ahora mismo se están preparando afiches, se están haciendo orientaciones y mañana (hoy) vamos a tener una conferencia anunciando todo esto al público... pero en esto tenemos que ser claro. No es que se va a reducir el PAN (el monto del beneficio permanecerá igual). Es que se va a bajar la porción que se puede sacar en efectivo”, dijo Colón. Puerto Rico recibe en bloque una asignación para el PAN de $1,959 millones.
“Esto es un reto para las familias que tienen que hacer ese reajuste y para el gobierno que tiene que examinar cómo puede facilitar que se atiendan esas necesidades básicas de esta población vulnerable”, dijo, por su parte, Fernández Pabellón.
UNA DEPENDENCIA HISTÓRICA. La asistencia nutricional, tal y como hoy día la conocemos, comenzó en el 1974 cuando Puerto Rico fue incluido en el Programa de Cupones de Alimentos. Para el 1981 el 51% de los residentes de Puerto Rico recibían asistencia nutricional, según el estudio de la USDA.
Para el 1982, el Congreso de los Estados Unidos sacó a Puerto Rico del Programa de Cupones de Alimentos y estableció una subvención en bloque, que proveía el 75% de los fondos que de ordinario hubiesen recibido los beneficiarios en Puerto Rico. Todo esto implicó una reducción en los beneficios de los participantes y la imposición de requisitos más estrictos de elegibilidad. Como parte del proceso se eliminaron los cupones y las personas comenzaron a recibir un cheque mensual. Para el 2001, se estableció un sistema de Transferencia Electrónica de Beneficios (EBT, por sus siglas en inglés). Con este cambio, los beneficiarios recibieron la llamada “tarjeta de la familia” que usan como una cuenta de débito.
Debido a que para aquel entonces no eran tantos los comercios certificados por el PAN que tenían sistemas de cobro con tarjetas, se determinó que los beneficiarios podían recibir hasta el 25% de la asistencia en efectivo.
El cambio ahora se da porque el estudio del USDA entiende que la cantidad de comercios con esos sistemas ha aumentado lo suficiente como para que esto no represente una limitación en la obtención de comida por parte de los beneficiarios.