Gobierno y guerrilla acuerdan la paz para Colombia
Anuncian en La Habana el cierre de las conversaciones entre el gobierno y las FARC con el llamado “Acuerdo Final”
LA HABANA, Cuba.- El proceso de paz en Colombia recibió un empujón definitivo este miércoles cuando el gobierno y la guerrilla concretaron el llamado “Acuerdo Final”, el documento que será sometido a la consideración del pueblo colombiano para que se ponga fin a más de medio siglo de conflicto bélico en el país suramericano.
Tras más de cuatro años de negociaciones en La Habana, bajo la tutela de Cuba y Noruega como países garantes, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército Popular (FARC-EP) y el Gobierno colombiano dieron por concluidas sus negociaciones en suelo cubano, y anunciaron que consiguieron ponerse de acuerdo en temas sumamente espinosos para que la paz sea firmada y puesta en manos del pueblo para su validación.
“Las delegaciones del gobierno nacional y de las FARC-EP anunciamos que hemos llegado a un Acuerdo Final, integral y definitivo, sobre la totalidad de los puntos de la agenda del acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en Colombia”, leyó el garante cubano, Rodolfo Benítez, de la declaración conjunta número 93 que emiten los participantes del proceso de negociaciones de paz.
Benítez leyó el histórico comunicado conjunto ante la presencia del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez; el garante de Noruega, Dag Nylander; el jefe negociador del gobierno colombiano, Humberto de la Calle, y el líder del equipo de las FARC-EP, Iván Márquez.
El “Acuerdo Final” es en realidad un conjunto de pactos reunidos en un documento de 200 páginas que establece las pautas sobre las cuales las FARC-EP dejarán las armas y se reinsertarán en la vida civil de Colombia como un partido político.
Siete copias del documento fueron suscritas y firmadas por De la Calle y Márquez para dar fe de que el pacto ha sido cerrado. Se entregará una copia a cada parte, una a Cuba y Noruega, como países garantes; otra a Venezuela y Chile como naciones acompañantes en el proceso, y una se depositará ante la sede de los acuerdos de Ginebra en Suiza.
Nylander, el garante noruego, explicó que el acuerdo final descansa en seis puntos que recogen sus respectivos pactos. Los acuerdos tratan los temas de reforma rural integral, participación política, cese al fuego bilateral, mecanismo de solución de problemas, atención a las víctimas del conflicto, y mecanismos de implementación y verificación.
Los comités negociadores trabajaron intensamente durante los pasados días para concretar el acuerdo, el cual el gobierno colombiano quiere llevar a votación popular lo antes posible, dado que a finales de año está prevista una reforma tributaria en el país que podría calentar el malestar social, lo cual afectaría indirectamente el proceso de paz.
“Hemos cerrado el acuerdo de paz más anhelado de Colombia… Podemos proclamar que termina la guerra con las armas y comienza el debate de las ideas. Hemos concluido la más hermosa de todas las batallas: la de sentar las bases para la paz y la convivencia”, dijo el negociador de las FARC-EP, Iván Márquez.
“Del cónclave de La Habana ha surgido humo blanco, señor Humberto de la Calle. ¡Hebemus Pacem!”, sostuvo, emocionado, el dirigente guerrillero, quien llamó al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla activa en Colombia, a “encontrar un camino de aproximación a la paz”.
De la Calle expresó que “la firma del Acuerdo Final con la guerrilla de las FARC es el fin del conflicto armado. La mejor forma de ganarle a la guerra fue sentándonos a hablar de paz. La guerra ha terminado”.
Añadió que “el acuerdo logrado no es perfecto… Tengo la certeza de que es el mejor acuerdo posible… Es un acuerdo sobre lo posible”.
El anuncio del “Acuerdo Final” significa que se dan por terminadas las negociaciones en La Habana y se activa en Colombia un complejo proceso de validación popular que se espera sea polémico. A esa realidad se suma que ha comenzado a desatarse una importante cadena de eventos que serán determinantes para que la paz sea tangible.
Un hecho vital será la 10ma Conferencia Nacional Guerrillera, un evento que reunirá a toda la alta dirigencia de las FARC-EP en el cual se espera que el grupo armado apruebe que se ponga fin a su lucha clandestina y pase a ser un partido político. Esto ocurriría en algún momento entre el 1 y el 15 de septiembre, según estimados de expertos colombianos.
Entre el 20 y el 25 de septiembre se firmará la paz formalmente en un acto oficial, pero el acuerdo será enviado hoy al Congreso por el presidente Santos para que se convoque el plebiscito de validación, el cual se celebrará el domingo 2 de octubre, según el mandatario colombiano.
De triunfar el “Sí” en la consulta popular, se iniciará un proceso de desarme con la participación de sobre 300 observadores internacionales de la Organización de las Naciones Unidas, Cuba, Noruega, el gobierno colombiano y la propia guerrilla.
Se habilitarán campamentos de desarme y los guerrilleros podrán acudir a ellos para iniciar su proceso de reinserción en la vida civil.
La euforia por el logro del “Acuerdo Final” contagió a los principales actores del proceso de negociación que se ha dado en La Habana desde el 2012 y al propio presidente Santos, quien desde Colombia afirmó que los acuerdos logrados son “inmodificables”.
Ahora quedará en manos de los colombianos votar por el “Sí” o por el “No”, que no es otra cosa que votar por la paz o por la guerra, una decisión que parece fácil, pero no lo es.
“Hemos concluido la más hermosa de todas las batallas: la de sentar las bases para la paz y la convivencia” IVÁN MÁRQUEZ jefe negociador de las FARC